Un documento elaborado en La Habana en 1928 se posiciona en favor de un tren de Lugo a Ribadeo por la zona oriental de la provincia, cerca del curso del Eo. La petición, dirigida al presidente de la Cámara de Comercio de Lugo, está avalada por los presidentes de siete sociedades de instrucción: Emigrados de Riotorto, Unión de Villameá y Villaodrid -municipios que se repartían el actual territorio de A Pontenova-, Hijos del Ayuntamiento de Pastoriza, Meira y sus comarcas, Juventud de Baleira y su comarca, Hijos del Ayuntamiento de Pol e Hijos del Ayuntamiento de Castroverde se apoyan, para argumentar su petición, en estudios topográficos que describen la riqueza del suelo y de la flora; y piden que el trazado final se decida con «el juicio más acertado y sereno».También recogen cuestiones aún actuales, pues advierten de que la provincia lucense «no tiene turismo y tiene sin embargo una hermosa historia». Esa vía férrea, dicen, ayudaría a divulgar la muralla de Lugo y «el grandioso panorama» de la ría de Ribadeo.
