La exposición pública del proyecto de ejecución de la línea de alta tensión Boimente-Pesoz (de 81 kilómetros de longitud y que cruzará 14 municipios de A Mariña y el Occidente de Asturias) ha reavivado el intenso debate social de los últimos años. Ayer se celebró una reunión en el consistorio de A Pontenova, a la que asistió el regidor local y los de Santa Eulalia de Oscos y A Fonsagrada, así como técnicos de O Valadouro y responsables de la asociación Camín Grande, colectivo creado por opositores al trazado, en la que se anunció que estos concellos presentarán un contencioso contra Red Eléctrica Española.
El alcalde de A Pontenova, Darío Campos, explicó que los técnicos y abogados que los asesoran sostienen que hay fundamento para recurrir el estudio de impacto ambiental en los tribunales, y así lo harán: «Esixiremos que se paralice todo, porque non se estudaron todos os pasillos para levar a liña de alta tensión; elixiuse un trazado máis largo que, ademais, afecta a máis núcleos de poboación, e hai incongruencias que ve calquera, como que o tendido se leva polos cumios das montañas».
Además, se presentarán alegaciones contra el proyecto de ejecución y se animará a los vecinos a sumarse, con charlas informativas.
Precisamente, ayer el Sindicato Labrego Galego (SLG) anunciaba la organización de una primera reunión, el lunes a las nueve de la noche en el local de la Asociación de Veciños de Santo Adrao, en Lourenzá, para informar sobre el asunto, dado que hay cientos de propietarios afectados por las expropiaciones.
De momento, la contundente oposición de parte de los concellos afectados con alcaldes de todas las ideologías; de partidos como el BNG e IU, de Camín Grande, y las denuncias de grupos ecologistas no han sido suficiente para alterar este proyecto estratégico.
