Los populares sufren un descalabro en Riotorto y experimentan una ligera bajada en Trabada, de casi 90 sufragios. Otro de los ‘triunfadores’, aunque con sabor amargo, de la noche fue el alcalde socialista de A Pontenova, Darío Campos, quien cree que la clave del resultado autonómico estuvo en que no se hizo suficiente política por parte del bigobierno aunque sí «moita e boa xestión», pero sin fundamentación política. También cree que la gente no entiende que muchos grandes proyectos del gobierno saliente van lentos administrativamente y por eso no se vieron realizados en cuatro años. Eso sí, a nivel local, afirmó estar satisfecho y cree que la subida que experimentaron «é pola nosa boa xestión, feita con poucos medios pero utilizando o sentido común, algo que non sempre se fai en política».
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Ahora dice no temer ninguna mala relación con la nueva Xunta pero sí indica que por ejemplo ya tenía prevista una reunión con Xestur para avanzar en el polígono industrial que sabe que no se podrá hacer al menos hasta dentro de un mes y medio.
También tiene dudas de cómo quedarán algunas obras de saneamiento del Concello que dependen de la administración autonómica.
En cuanto al portavoz popular, cuyos sufragios cayeron al 50 por ciento con respecto a hace cuatro años, su portavoz, Jorge García, cree que eso mostró «unha suba porque o maior zapatazo do Partido Popular foi o das eleccións municipais pero pouco a pouco vamos subindo e recuperando posicións».
Tampoco cree García que vaya a haber pérdidas por tener dos partidos distintos porque el PP «quere o ben da Pontenova» y está esperanzado en llevar a cabo proyectos que quedaron en el tintero de su gobierno como la guardería o el centro de día.
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