El incendio que se originó este miércoles en las parroquias pontenovesas de A Cova y Vilaouruz quemó 16 hectáreas de terreno y sus daños podrían ascender a unos 100.000 euros en una primera estimación, aunque el alcalde, Darío Campos, cree que serán superiores.
Este jueves todavía varios miembros del dispositivo continuaban en la zona enfriándola y apagando los últimos focos, ante el riesgo de que el aire pudiera reavivarlo de nuevo.
El fuego se había iniciado pasadas las tres y veinte de la tarde, y no pudo darse por estabilizado hasta las once y media de la noche. En el dispositivo trabajaron un técnico,