El incendio que se originó este miércoles en las parroquias pontenovesas de A Cova y Vilaouruz quemó 16 hectáreas de terreno y sus daños podrían ascender a unos 100.000 euros en una primera estimación, aunque el alcalde, Darío Campos, cree que serán superiores.
Este jueves todavía varios miembros del dispositivo continuaban en la zona enfriándola y apagando los últimos focos, ante el riesgo de que el aire pudiera reavivarlo de nuevo.
El fuego se había iniciado pasadas las tres y veinte de la tarde, y no pudo darse por estabilizado hasta las once y media de la noche. En el dispositivo trabajaron un técnico,
seis agentes forestales, 21 brigadas, diez motobombas, una pala, ocho helicópteros y cuatro aviones.
Darío Campos, alcalde de A Pontenova, señalaba que la superficie quemada se estimaba "entre 16 e 19 hectáreas, unha cantidade moi grande, pero por fortuna de monte raso e arbolado".
Sobre las causas del incendio, Campos apuntaba que se desconocen y añadía que el año pasado en esa misma zona "houbo dous conatos, pero non me atrevo a dicir que fora provocado; suponse que si pero puido ser unha colilla. Os técnicos terán que estudialo".
Darío Campos señalaba que si bien el incendio había afectado a una gran superficie, la rápida actuación de los medios de emergencia había evitado que el incendio se extendiera.
Desde el Ayuntamiento y Protección Civil señalaban que este jueves varios medios, entre los que se encontraban los GES de A Pontenova, continuaban enfriando la zona y apagando las últimos focos. Los medios prestaban atención a las rachas de viento que podían reavivar el incendio.
Por su parte, varios vecinos se acercaban a la zona para hacer un balance del incendio, que afectó sobre todo a plantaciones de pino y eucaliptales.
