Fuente: El Progreso
Los vecinos de la parroquia pontenovesa de Vilaxe siguen asombrados desde que el pasado miércoles apareció una joven loba muerta –con signos, según dicen, de haber sido abatida a "perdigonazos"–, en una finca privada, cercana al monte, pero a escasos 200 metros de la N-640. Una ganadera de la zona dio el aviso al dueño del terreno y éste alertó a la Consellería de Medio Ambiente, cuyos guardabosques y efectivos acudieron a recoger al animal, para someterlo a una autopsia y "confirmar que se trata dun lobo, aínda que, ao parecer da xente que o viu, era evidente que o era", como matizaba el propietario del cerrado.