El encauzamiento del río Eo en la localidad mariñana, con el desvío del cauce fluvial, supone una transformación radical de la fisonomía del casco urbano.
En apenas un día, A Pontenova se ha transformado radicalmente. El miércoles, la localidad mariñana conservaba el aspecto de los últimos años, un par de semanas después del inicio de las obras de encauzamiento del río Eo, con la demolición de cuatro viviendas y el inicio de la construcción de un muro de contención. Pero ayer comenzó el desvío del cauce fluvial, lo que mudará la fisonomía de esta población mariñana.
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La sorpresa del martes fue la retirada de las truchas de este tramo del río Eo para evitar el estrés y la mortandad mientras duren las obras. Decenas de curiosos se acercaron para ver cómo sacaban los peces en nasas y las trasladaban en un camión cisterna hasta un tramo más alto del río. Y la de ayer no fue menor, pues empezaron los trabajos para desviar el itinerario del río, lo que supone una transformación profunda del aspecto de la localidad, como han podido verificar los vecinos.
En las fotografías que ilustran esta crónica se pueden apreciar las diferencias. Una de ellas refleja el estado de A Pontenova hasta el miércoles y la otra, el renovado aspecto que ya lucía ayer. El encauzamiento del río Eo, en el casco urbano de A Pontenova, constituye una obra muy importante pues evitará que se produzcan inundaciones. Es una actuación esperada desde hace años. De hecho, se inició hace unos seis años y no fue reanudada hasta este mes de septiembre. El presupuesto final de esta importante intervención ronda los 6,5 millones de euros.
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