En pocos días comenzará la Tercera División de fútbol sala. Un campeonato atípico por su formato -los participantes fueron separados en dos grupos, norte y sur- y por la cantidad de representantes mariñanos. La rivalidad comarcal se eleva a la potencia máxima en la historia de la categoría, hasta ahora denominada Primera Nacional B.
Cuatro de los nueve representantes integrados en el grupo A -La Coruña renunció a última hora- provienen del norte lucense: Superti-A Pontenova, descendido de la categoría superior; Concello de Trabada, que continúa; Pub Flanagans-Xove, la temporada anterior en la Liga Provincial; y Cidade de Viveiro, que ha adquirido los derechos de participación del Puerto Celeiro. Tal cantidad de equipos propiciará la disputa de al menos un derbi en 12 de las 18 jornadas de la liga regular, al término de la cual los cuatro primeros se mezclarán con los mejores del grupo sur para protagonizar una fase de ascenso, y el resto tomará parte en la Copa Federación.
Entre la delegación mariñana solo el Superti y el Trabada saldrán con el objetivo de acabar en el cuarto de cabeza. «Despois das últimas dúas temporadas tan boas, sería unha hipocresía decir calquer outra cousa», admite Andrés López, que repite como técnico trabadense. «A meta é a fase de ascenso», asevera Manolo Piñeiro, presidente pontenovés.
Cidade de Viveiro y Xove-Pub Flanagans, por su parte, no cierran las puertas a nada tras su forzoso período de adaptación a la nueva categoría.
