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Conforto recordó a 14 paisanos que batallaron contra los franceses

Los pontenoveses de esta parroquia desconocían que esos ancestros
impidieron, en 1809, la entrada de tropas napoleónicas al santuario
El párroco recuperó el relato de los hechos, que se conservaba
en el Archivo Diocesano, y homenajeó con un funeral a las víctimas

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Las conmemoraciones
relacionadas con la invasión
de las tropas francesas en
el siglo XIX continúan su curso
en la comarca y, tras celebrarse
en Ribadeo, a principios de año,
unas jornadas históricas sobre la
victoria local frente a un destacamento
francés, la parroquia pontenovesa
de Conforto celebra este
año el bicentenario de la batalla
en la que 14 paisanos cayeron en
combate, impidiendo la entrada
del regimiento francés de Salas
al santuario que pretendía expoliar.
El párroco de la zona, Manuel
García Paje, recuperó la narración
de los hechos que se conservaba
en el Archivo Diocesano, y que,
tras más de dos siglos, era desconocida
para la mayor parte de los
vecinos.
Unos 200 feligreses se reunieron
el sábado del puente de San
José en el popular santuario de
Nosa Señora de Conforto en un
funeral vespertino dedicado a conmemorar
la efeméride. «O meu
marido, de 70 anos, non puido ir
porque non se atopaba ben de saúde
pero de xeración en xeración
trasladouse na familia o mesmo
nome e apelido que o ancestro
que morreu naquela batalla», co-
mentó la esposa de José Iravedra
García, descendiente de uno los
confortinos asesinados en aquella
jornada bélica. Esta vecina, oriunda
de Taramundi, añade que «na
parroquia a historia xa nin se recordaba,
o meu marido oíralla ó
seu pai, pero pouco máis, era moi
descoñecida en xeral».
Otro de los asistentes a a esta
conmemoración y vecino del lugar,
Francisco Cancelos, de 80
años, recordó que «o clérigo ó que
mataran na súa casa por non entregar
as chaves da igrexa, José
Conde, era da casa de Sara, agora
casa de Calvín e efectivamente era
unha historia que ás veces contaban
os pais e avós pero que despois
de dous séculos xan ningún lembraba
».
Fue una batalla importante,
que se llevó más vidas en Conforto
que la más reciente Guerra Civil.
«Andaría cerca o número de
caídos na Guerra Civil, pero menos,
porque dos que loitaron no
bando nacional deberon morrer
uns tres veciños, coma Olegario,
Antonio do Labrador e Manolín de
Peruxo, e logo prenderan tamén
a un médico moi novo, que era
moi bo rapaz, José María Torviso
o que mataron en Lugo os nacionais
antes de chegarlle o indulto»,
puntualizó Cancelos, que junto a
su primo José María Martínez, de
101 años, y a otra vecina del lugar,
de 102, es uno de los vecinos de
mayor edad de la parroquia.
EL CO MBATE. El cronista confortino
que narró por aquel entonces
los hechos, José Miranda Trelles,
describió que la noche del 15 de
marzo de 1809 los vecinos montaron
barricadas en el puente do
Pico y Penas do Castelo al saberse
que una columna del ejército francés
del regimiento de Salas se dirigía
hacia Conforto con la intención
de saquear las piezas de oro
y plata del santuario. Con el paso
cerrado, los franceses accedieron
al día siguiente por el río Turia en
Boulloso. Allí, en el barrio de El
Pico se produjo un tiroteo contra
los paisanos y tras la derrota, estos
huyeron a los montes, encontrándose
los franceses las casas vacías
cuando entraron en la parroquia.
A la misa asistieron
los descendientes
Al funeral que se ofició para homenajear
a los que murieron defendiendo
el santuario confortino,
asistireron algunos de los descendientes
de aquéllos. Entre ellos, y tal
y como recordó el párroco, Manuel
García, «estaban descendentes de
Benito López, do barrio de Brandiz,
viuvo de María Rodríguez por aquél
entón, de Juan Antonio Fernández
do barrio do Penedo e marido de
Cayetana Fernández naquela época
e familiares de Ramón Cancio, do
barrio de Vilar, que morreu estando
solteiro, como indica o libro cuarto
de Difuntos, entre outros». El
mismo jueves de San José, el clérigo
de la parroquia quiso mencionar
de forma especial a los fallecidos
durante una misa, «foi unha preparación
para animar á xente a asistir
ó funeral de conmemoración do
sábado seguinte».
Una mujer entre los fallecidos
De entre los 14 caídos en combate
el 15 de marzo de 1809 tras un fuerte
tiroteo en la zona conocida como
El Pico, posteriormente sepultados
en el subsuelo de la iglesia parroquial
los días 17 y 18, había una mujer,
Jacinta Arias, del barrio de Vilar y
por aquel entonces, viuda de Jacinto
Lorido. «Loitou toda a parroquia,
empregando fouciños e horquillas
contra o poderío numérico e técnico
francés pero os disparos das armas
contrarias foron definitivos para os
de aquí», recordó el párroco local.
El párroco del lugar por aquel
entonces, José Conde, se negó
a entregar las llaves del santuario
a los franceses, como estos
ordenaban, porque sabía que su
intención era llevarse las alhajas
que se custodiaban en el interior.
Pero tras localizar finalmente al
sacerdote en su residencia del
barrio do Penedo y, como éste se
resistía a obedecer, «recibió un
balazo que le produjo la muerte»,
pero «no entraron en el santuario
» y finalmente acabaron por
marcharse a la vecina localidad
asturiana de Taramundi, como
indica en su crónica José Miranda
Trelles, oriundo de Conforto, que
califica la acción de «hecho sin
nombre».
Con nombre propio
El libro cuarto de Difuntos recoge
los nombres de los fallecidos,
como «Pedro Rodríguez, marido
de María Fernández, deja un niño
y una niña; Antonio de Pin, del
barrio de Valindarcas, casado con
Rosa Prieto, le queda un hijo soltero;
Pedro Lejo, da Ermida, viudo
de Leonor Fernández; José Iravedra,
del barrio de Brandiz, viudo
de Josefa González; Fernando
García, del barrio de Candaedos;
Antonio Lamas, del barrio de Vilar,
casado en segundas nupcias con
Teresa Corbeiras; Andrés Arias,
de San Mamede; José Verdes y
Miguel Lourido, de Boulloso».

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