Decenas de jóvenes mariñanos recorren kilómetros desde Burela a Muimenta para divertirse los viernes en la discoteca.En la actualidad funcionan dos autobuses, una con origen en Burela, que transita por Foz, Lourenzá, Mondoñedo y Abadín; y otra desde Ribadeo, con altos en Trabada, Riotorto, A Pontenova y Meira.
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Son casi las once de la noche de un viernes cualquiera. Decenas de chavales, de entre 16 y 20 años, esperan en la estación de autobuses de Burela la salida del Noitebús que les llevará a Muimenta. La escena se repite, a la misma hora, en la plaza de Abastos de Ribadeo, de donde sale el otro autocar con dirección a la localidad chairega. En realidad, el destino de todos estos jóvenes es la discoteca Hermo, una sala con 33 años de historia (abrió el 9 de noviembre de 1975), que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y que congrega, cada noche de viernes, unas 1.500 personas.
Muchos de los viajeros que se suben al Noitebús en Burela provienen de Viveiro; algunos son de Lourenzá o Mondoñedo, pues saben que, si se permanecen en sus respectivas paradas, corren el riesgo de quedarse sin asiento. La Asociación de Comerciantes de Muimenta solicitó en su día el servicio del Noitebús a la Xunta. La demanda en A Mariña ha crecido tanto que se encuentra en estudio la inminente puesta en marcha de una tercera línea, que partiría directamente desde Viveiro hacia Muimenta, por Muras y Vilalba. En la actualidad funcionan dos, una con origen en Burela, que transita por Foz, Lourenzá, Mondoñedo y Abadín; y otra desde Ribadeo, con altos en Trabada, Riotorto, A Pontenova y Meira.
El bus va completo en Foz
«Muchas veces el bus se llena y cuando llegas a Foz ya completas. Los de Lourenzá y Mondoñedo se llevan unos chascos y se cogen unos cabreos impresionantes, por eso alguno ya va a cogerlo a Burela», comenta un conductor de Autos Morán. Sobre la entrada en funcionamiento de un nuevo servicio, de Viveiro a Muimenta, Paula, una joven viveirense que ya ha pisado la discoteca Hermo en un par de ocasiones, comenta: «Parécenos unha idea estupenda porque se non temos que ir a Burela, ás veces en tren e, se temos sorte, porque nos levan os nosos pais, pero saíndo da estación de Viveiro seguro que nos deixaban ir máis veces».
Los adolescentes viveirenses echan en falta un espacio abierto, donde oír música, bailar y ligotear sin demasiada luz y, sobre todo, sin riesgo de ser vistos por los mayores.
El cierre de la discoteca Las Sirenas, en Covas y, antes, la demolición de la histórica sala de Verxeles, les ha dejado un poco huérfanos y ha abierto un vacío en el ocio nocturno de Viveiro para los más jóvenes. Muchos se quejan de que no tienen donde ir después de rondar por los pubs.
¿Y Viveiro?
«Hermo é a única discoteca que está ben das que están máis cerca. ¡Que máis quixéramos que ter un local así en Viveiro! Alí vai moita xente, sempre hai moita xente? Veñen cantantes coñecidos actuar e tamén pinchadiscos, é unha maneira de coñecer xente nova», comenta Luisa, la capitana de una pandilla que acaba de descubrir la sala de Cospeito.
¿Por qué ningún hostelero impulsa un negocio similar en Viveiro? En otras poblaciones mariñanas sí hay discotecas, aunque «non teñen nada que ver con Hermo», apunta un chaval de 18 años.
«Sí hemos barajado la idea pero, tal y como están las cosas, no parece que vaya a funcionar algo todo el año. Pensamos en poner en marcha una discoteca de verano, pero tampoco resulta sencillo. Primero, tienes que buscar un emplazamiento, que tiene que estar alejado de las casas porque si no vulneras la normativa de ruidos y no te autorizan. Si lo haces muy lejos, la gente más joven tiene dificultades para ir? Y en una zona urbana nunca vas a conseguir permiso y, además, protestarían los vecinos», declara un empresario del sector, con experiencia en la ciudad del Landro.
De momento, parece complicado que alguna de estas ideas vaya a prosperar, pese a que los jóvenes aplaudirían, sin duda, la iniciativa. Mientras tanto, «cando me deixan y teño pelas, vou a Muimenta», apunta Paula. La entrada cuesta 6 euros y reduce el precio de la primera consumición a 1,60.
El billete del Noitebús vale un euro por trayecto. Los pasajeros abonan los dos euros del viaje de ida y vuelta al subir. Si durante la noche pierden el tique, nada infrecuente, tienen que pagar otros dos euros.
¿Qué ofrece Hermo que atraiga tanto y a tantos jóvenes mariñanos? Paula lo tiene claro: «Vas ao teu aire. O mellor é cando hai sorteos (un par de coches al año y otros tantos regalos en metálico) ou cando vén algún cantante que che mola. A xente preséntaseche por todas as esquinas? Hai unha de salidos tremenda, tes que andar con ollo porque en seguida che tocan o cu ou tratan de meterche man. Pero o ambiente é guai e podes ir ao teu rollo. Entras e saes cando queres, alí ao pé hai pubs e a xente vai ata que se enche a discoteca. Atopas moitísima xente de Viveiro, e tamén bastante de Lugo, de Ribadeo, de Cervo? de todas partes».
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