El 8 de noviembre de 2012 IPV, la histórica la fábrica de carrocetas de A Pontenova, despedía a toda la plantilla afectada por un ERE. En abril del 2013 se fundaba Interfama Automotriz España, y adquiría en subasta la fábrica, con la maquinaria y las patentes por 350.000 euros. Lo hacía con el compromiso de reflotarla y contratar a todos los trabajadores, mediante unos supuestos contratos con Venezuela que nunca llegaron. Más de dos años después del cierre, la fábrica parece que sí va a volver a abrir sus puertas. Y no lo hará por los contactos con Venezuela, sino por los que ha establecido con un grupo dedicado a servicios medioambientales que pertenece a una gran compañía española.