Uno de los inviernos más secos en décadas ha
conseguido que la mayoría de los mariñanos echen de menos la lluvia. Se
esperaba que se cumpliesen los pronósticos y que durante el fin de
semana cayese agua, pero las precipitaciones han sabido a poco y han
sido menos de las esperadas.
Bajaron las temperaturas y sopló el viento en la
madrugada de ayer. Al menos hasta el cierre de esta edicición, en ese
período se concentraron las lluvias. Pero cayeron tan pocas que no han
disipado la preocupación por su ausencia, en una comarca que se
caracteriza, precisamente, por las generosas precipitaciones.
Datos de los observatorios de Meteogalicia
revelan que donde más llovió fue en Penedo do Galo, en Viveiro, con 6,2
litros por metro cuadrado; en Burela, 6,5; en Borreiros (Viveiro), 3,4;
en Fragavella, 2,4; en A Pontenova, 1,9; en Foz, 08; y en Ribadeo, 0,5.