Una zona con demanda
Las zona con más demanda es el norte de España,
Galicia ( Lugo) y Asturias, donde todavía hay grandes oportunidades a
muy buenos precios. En zonas como Taramundi, Oscos y el valle de Eo,
entre otras, se pueden encontrar en pleno siglo XXI propiedades por
18.000 ó 28.000 euros, o en las poblaciones de Palas de Rei o Antas de
Ulla, por 16.000 en pleno Camino de Santiago, o bien una granja-aldea
por 60.000 euros en A Pontenova con 250 metros cuadrados y 8.000 metros
de finca, o un pazo con historia de 700 metros cuadrados y 6.800 de
terreno en Galicia por 300.000 euros, el precio de un mini-pisito en una
gran ciudad.
La Voz de Galicia
Bien lo saben los clientes extranjeros, que están
copando el mercado rural en España, comprando un 40% de dichas
propiedades, convirtiendo la España rústica las «Baleares de los
extranjeros».
El mercado rústico y rural cuenta aún con un gran
potencial de revalorización, sobre todo en las comunidades de Galicia y
Asturias (valle del Eo, Oscos...) por sus ofertas de bajo precio. Solo
hay que ver el aumento que ha experimentado en comunidades como
Cantabria, País Vasco o Navarra, con precios prohibitivos hoy en día.
La crisis económica que nos afecta ha hecho
descender en muchos casos en los últimos tiempos un 30 ó 40% los precios
de propiedades como viviendas en las ciudades, casas de costa o en la
inmediaciones de las áreas metropolitanas. Pero no es este el caso de
las propiedades rurales, que todavía mantienen sus precios e incluso
están subiendo como la espuma, por la posible escasez de este tipo de
inmuebles, casas de piedra con cantería y con finca, que sería imposible
construirlas a precios outlet, como ahora.
Una zona con demanda
Las zona con más demanda es el norte de España,
Galicia ( Lugo) y Asturias, donde todavía hay grandes oportunidades a
muy buenos precios. En zonas como Taramundi, Oscos y el valle de Eo,
entre otras, se pueden encontrar en pleno siglo XXI propiedades por
18.000 ó 28.000 euros, o en las poblaciones de Palas de Rei o Antas de
Ulla, por 16.000 en pleno Camino de Santiago, o bien una granja-aldea
por 60.000 euros en A Pontenova con 250 metros cuadrados y 8.000 metros
de finca, o un pazo con historia de 700 metros cuadrados y 6.800 de
terreno en Galicia por 300.000 euros, el precio de un mini-pisito en una
gran ciudad.
Bien lo saben los clientes extranjeros, que están
copando el mercado rural en España, comprando un 40% de dichas
propiedades, convirtiendo la España rústica las «Baleares de los
extranjeros».
El problema del crédito
El impedimento que tiene el mercado español es la
financiación y el paro. De los clientes que se interesan por estas
propiedades un 70 ó 80% se encuentran con el gran problema a la hora de
comprar; quieren vender sus casas o pisos de construcción moderna, pero
la espera se eterniza, porque las entidades bancarias han cerrado el
grifo del crédito.