domingo, 31 de julio de 2011

Un pequeño secreto a orillas del Eo

Foto de Carlos Florentino para pontenova.es
El municipio de A Pontenova se encastra en una zona a mitad de camino entre la zona montañosa que lo emparenta ya con A Fonsagrada o Ribeira de Piquín, y la corriente del río Eo que baja mansamente hacia aguas más tranquilas ya cerca de su desembocadura en forma de ría en Abres. Durante años fue un municipio bastante olvidado y prácticamente conocido exclusivamente por su generoso río que atraía a cañistas desde la época en la que el dictador Francisco Franco gustaba de pescar por la zona.
Pero todo se acaba. Los tiempos cambian y nadie acierta a saber con seguridad qué les sucede a las truchas y salmones o, al menos, cómo hacerlas volver. Así que en A Pontenova se van abriendo camino con paso firme planteando una serie de alternativas que resultan muy atractivas para quienes recelan de unas vacaciones basadas exclusivamente en la fórmula de sol y playa.
El río Eo, desde luego, sigue siendo un referente para la localidad. Está unido a A Pontenova de una forma inexorable, y encima ahora dejó de ser un enemigo potencial gracias al encauzamiento del mismo que hizo que las inundaciones queden ya para siempre en aventuras del pasado.
Cada primer domingo de mayo se celebra la Festa da Troita. La organiza el CIT y goza de una enorme popularidad. Aunque es una fiesta para pescadores, siempre se celebran unas fiestas paralelamente para hacer participes a los vecinos de uno de los eventos que le da fama al pueblo.
El río es además el punto al que cada vez más colectivos de todo tipo recurren para organizar algunas jornadas de disfrute a la sombra de sus orillas y para refrescarse en sus aguas. Entornos como el Pozo da Ola o la posibilidad de descenderlo utilizando artilugios de lo más variado, aunque siempre previo aviso, es una diversión veraniega que va ganando adeptos con el paso de los años.
En los últimos años, A Pontenova también está siendo redescubierta por los practicantes del senderismo. No es para menos. En muchas de sus zonas interiores alberga rincones que son auténticos tesoros en medio de un entorno completamente dominado por el eucalipto, sobre todo en la zona gallega.
Todo comenzó con el acondicionamiento que el Ayuntamiento hizo en su día de la vía del tren minero. Fue el primer municipio que lo consiguió recuperando el recorrido del ferrocarril que conectaba las minas de Vilaoudriz con la zona de O Cargadeiro en Ribadeo.
A partir de ahí, se fueron abriendo nuevos recorridos por otras zonas y todavía el Concello lucha por poner en valor una de sus zonas más prometedoras en este campo, como es la de Bogo. Allí existe una vieja ferrería. Repetidamente trató de importarse el método de trabajo del vecino municipio de Taramundi, pero por el momento los resultados alcanzados no son los deseados, aunque el potencial sigue estando ahí y los visitantes de la zona quedan siempre asombrados de la naturaleza virgen de la zona.
Otro aspecto que no hay que despreciar en A Pontenova y que no se debe dejar nunca de hacer es una visita a la vecina localidad de Conforto.
Marca el límite con la primera parroquia de Taramundi, y guarda un entorno prácticamente mágico. Allí hay un templo que atesoraba tal cantidad de riquezas que fue necesario crear un museo para poder albergarlas de forma que se pudieran exponer al público.
LEYENDA
Solo la contemplación de la iglesia de la zona en si misma ya merece la pena. El observador curioso verá que parece construida del revés y lo explica una leyenda que cuenta que durante su construcción colocaban a la Virgen en lo que querían que fuese el altar y al día siguiente su efigie aparecía en lugar opuesto. Ante la insistencia, decidieron girar el templo, en el que se pueden ver gárgolas del estilo de las de Notre Damme.
Justo al lado, mana una fuente de aguas cristalinas con fama de milagrosa en la que hay un árbol en la que se pueden dejar anudados los deseos. El mejor, que la gente visite todo esto.
ATRACTIVOS
PESCA La Festa da Troita
La Festa da Troita es un auténtico emblema del municipio de A Pontenova. Se celebra siempre cada primer domingo de mayo y a la localidad llegan cañistas de varias comunidades autónomas para probar suerte en una jornada ya clásica.
SENDERISMO Una afición en auge
A Pontenova es un municipio ideal para la práctica del senderismo, una afición a mitad de camino entre el entretenimiento y el deporte que va a más. Actualmente, ya se puede usar la vía del antiguo tren minero para practicarlo
ARTESANÍA Una feria que crece
A Pontenova celebra desde hace unos años una feria de artesanía que sirve para exponer a vecinos y visitantes una tradición en el municipio, la de los oficios que ya casi desaparecen. En este caso, la feria debe afianzarse.
CONFORTO La tradición más popular
La parroquia de Conforto es una delicia en si misma. Pero además cada septiembre acoge una romería que sigue teniendo una gran tradición popular que arrastra creencias ancestrales, como el árbol donde se cuelgan los pañuelos.
RÍO EO Un espacio para disfrutar
El río Eo es una maravilla en sus tramos más altos, y en A Pontenova ofrece algunas zonas hábiles para disfrutarlo aún más de lo habitual. Anualmente se hace un descenso que resulta de lo más curioso y de lo más divertido.
OS FORNOS El emblema de la localidad
La plaza de Os Fornos es el emblema de la localidad. Significa el pasado minero del pueblo y eran los hornos de fundición del mineral que luego se transportaba a Ribadeo. Su plaza está recuperada y es usada para todo tipo de actos públicos.
P. V. / El Progreso (A Pontenova)
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