La senda verde del ferrocarril minero entre Vilaodrid y Ribadeo costará 5,5 millones de euros y acondicionará un total de 33 kilómetros. Aproximadamente un tercio de la ruta, la que discurre por el municipio de San Tirso de Abres y parte del vecino concejo de A Pontenova, ya está lista y el resto de la actuación forma parte del proyecto que ayer presentó en suelo gallego el Ministerio de Medio Ambiente. Los trámites del documento comenzarán próximamente pero, de momento, no hay fecha para la licitación o el inicio de las obras, que tendrán una duración de 18 meses.
El director general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Medio Ambiente, Pedro Antonio Ríos, explicó que el nuevo proyecto es la revisión de un documento original para el que sólo hay un compromiso de tramitación: «No les puedo decir que se vaya a hacer ahora, pero sí que hay un compromiso de hacerlo realidad y trataremos de licitarlo aunque lleguemos al final de la legislatura porque es un proyecto que merece la pena», precisó.
La senda verde es un proyecto interautonómico que se enmarca dentro del territorio de la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón. Tiene una extensión total de unos 33 kilómetros y cruza los concejos de A Pontenova -donde se localizaban las minas de hierro de Vilaodrid-, San Tirso de Abres -el único asturiano-, Trabada y Ribadeo -donde estaba el embarcadero para descargar el mineral y darle salida por mar-. El proyecto presentado ayer se concentrará fundamentalmente en suelo de Ribadeo y Trabada. Las actuaciones previstas incluyen la recuperación de un alto horno en Boulloso, la recuperación parcial de la estación de Porto-Vega y el acondicionamiento de cuatro puentes (Puente sobre el río Eo, Puente sobre el río Reme, Puente sobre el Río Trabada y Puente del Rego da Viña) y nueve túneles en los que se instalarán paneles fotovoltaicos para disponer de luz.
Los cuatro alcaldes estuvieron ayer presentes, incluida la regidora santirseña Goreti Quintana, quien destacó que se trata de un proyecto de futuro. Quintana explicó que el proyecto es de «justicia socioturística» y recalcó la labor de su equipo de gobierno y de quienes la precedieron en recuperar la ruta. «Durante años se actuó en la capa de rodadura, en el mantenimiento del firme y también en el uso de energía fotovoltaica en los túneles que están en San Tirso. Nos esforzamos en divulgar y promover el valor turístico y de cultura industrial que tiene la ruta», precisó.
La Alcaldesa santirseña se refirió al valor turístico del proyecto ya que actualmente un porcentaje muy alto de los turistas que se acercan a la comarca Oscos-Eo recorren la senda. «También es importante descatar el valor de unión de la ruta entre Asturias y Galicia. Estoy satisfecha de que se haya escuchado la voz que salió de San Tirso y que decía que era necesario poner en valor la ruta como una senda verde futura que nos una y sirva para promocionar el turismo, los valores de la arqueología y la memoria histórica de quienes la construyeron la vía con muy pocos medios», zanjó.
Fuente: La Nueva España
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