Las torres de 80 metros y los viales necesarios para una línea de 400 kilovoltios entre Boimente y Pesoz cercena, dicen los vecinos, el futuro de turismo rural y de naturaleza ya consolidado en Santalla de Oscos y A Fonsagrada, y que comienza a desarrollarse en A Pontenova, en torno al patrimonio natural del río Eo y su Red Natura, impactos que ni siquiera se valoran en el estudio de impacto ambiental. Cabe recordar que este territorio logró también la declaración de Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco. «Tampouco se recollen os impactos sobre o patrimonio arqueolóxico», añade López Vispo.
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Por su parte, la portavoz del BNG de A Fonsagrada, María Josefa Ortiz de Galisteo, criticó la «anómala situación producida pola indefensión e a desinformación provocada polo informe de conformidade ao trazado sobre parte do noso municipio». Alerta de que afectaría a 20 pueblos de A Fonsagrada (Lodos, Cancelas, A Sendiña, As Lamelas, Braña, Vilagudel, Vilalba, A Trapa, Fongate, Lamas de Campos, Outonais, O Ventorrillo, Liñares de Vilafurada, O Couso, Labeada, San Cibrán, Cerdeira, A Pandela, Cospeito y Vilarchao) con efectos muy perjudiciales sobre el sector agroganadero y sobre las casas de turismo rural de la zona. «O corredor eléctrico ten un trazado angular que, lonxe de afastarse das poboacións, o que fai é achegarse aos núcleos habitados. Entre os 65 kilómetros que atravesa a liña por Lugo, moitos deles forman parte da Reserva da Biosfera Oscos-Terras de Burón», dice la concejala nacionalista Ortiz de Galisteo.VOLVER
