23/02/2013 - P. V. / El Progreso (A Pontenova)
La pérdida de 31 puestos de trabajo en A Pontenova a causa del cierre de IPV
asestará un golpe económico fuerte a la vida de este municipio. Nadie
lo oculta. El responsable de Comisiones Obreras, Emilio Pantín, lo dice
muy claramente: «Outra empresa que se nos perde na comarca, e 31
familias máis na estacada despois do que pasou en Hermida, en Ecar... E o
peor é que antes recortabas e quedaba algo de tela para seguir
cortando. Pero agora a tela acábase».El municipio de A Pontenova tiene unos 2.700 habitantes y por eso el alcalde, Darío Campos, hace notar que el hecho de que 31 familias se queden sin trabajo es algo que se notará muchísimo.
Entre sus trabajadores el mutismo sobre la situación es absoluto y solo algún familiar cercano admite que «están fastidiados, como van a estar». Y es que no les ofrece mucho consuelo el hecho de que el cierre de la fábrica se viniera más o menos anunciando desde hace meses. O remontándose en el tiempo, que IPV siempre tuviera problemas de los que conseguía sacarlo alguna subvención de la Xunta o, en su última época, algún encargo de sus gestores.
21/02/2013 - Pablo Villapol / El Progreso (A Pontenova)
Ningún empresario acudió finalmente al rescate de IPV de A
Pontenova y la empresa echó el cierre de forma definitiva, tal y como
comunicó en la mañana de ayer a sus trabajadores. Son 31 los que se
quedan en la calle. Era una decisión más o menos esperada porque todos
tenían asumido que iba a resultar complicado encontrar a alguien que
aceptara la deuda acumulada por la firma pontenovesa y además pagase un
buen precio por ella a sus todavía propietarios. Aún así, es un duro
golpe porque supone el final de una iniciativa empresarial pionera en
Galicia que se fue adaptando al paso de los años y reformándose y
mejorando para seguir funcionando.La subasta final de la empresa será el 21 de marzo, pero ya se formalizó la extinción de todos los contratos. Aunque no es imposible que aparezca un comprador de aquí al 21 de marzo, trabajadores y sindicatos tienen asumido que «é algo case imposible».
Darío Campos, alcalde de A Pontenova: «O peche de IPV é un drama»
José Alonso A PONTENOVA / LA VOZ 23 de febrero de 2013 05:01
La noticia del probable cierre de la fábrica de
IPV, no por esperada ha dejado de caer como un jarro de agua fría en A
Pontenova. Hablamos de una firma histórica, con medio siglo de
antigüedad, que si no salta una sorpresa en la subasta del día 21 y
aparece un comprador -la tímida esperanza a la que se aferran los
trabajadores- cerrará definitivamente sus puertas. El alcalde
pontenovés, Darío Campos (PSOE), no duda en su valoración: «O peche de
IPV é un drama».
Treinta y un trabajadores recibieron esta semana
la notificación de su expediente de extinción de contrato, es decir, de
su despido. Han alegado, pero incluso los sindicatos reconoce que lo
normal sería que en ocho o diez días reciban la carta de despido del
juzgado. Según apunta Darío Campos, el 70% de ellos son de A Pontenova.
«A verdade é que é moi duro. É moita xente, moitas familias que van
quedar no paro. IPV movía moito e toda a economía da Pontenova se ve
afectada. Pero ademais falamos de moita xente que ten unha idade
avanzada, que non queda en boa situación para volver a atopar un
traball».
«É un drama, pero hoxe en día as cousas están
desgraciadamente asi. Máis ou menos todos esperabamos a noticia do peche
de IPV e dos despidos. Hai unha pequena esperanza coa subasta do día
21, pero en fin... eu do que me entero é pola prensa, non estou
directamente informado porque tampouco lle compete ao Concello. Nós
dende o Concello sempre que nos pediron algo estivemos aí. Colaboramos
no que puidemos, pero se non hai carga de traballo realmente hai pouco
que facer. É unha magoa porque IPV forma parte da historia da Pontenova,
pero esta crise pouco a pouco parece que está acabando con todo»,
concluyó el alcalde pontenovés.