Isabel García / El Progreso (A Pontenova)
Los enamorados que visiten la localidad pontenovesa no pueden
marcharse sin antes colocar un candado, como prueba de su amor, en la
pasarela peatonal que sustituye al viejo puente, que salva el río Eo a
su paso por el municipio. Han sido los visitantes los que pusieron en
marcha, hace ya cuatro meses, esta práctica para estrenar la
infraestructura y los vecinos ven en esta moda un nuevo reclamo
turístico.
Por el momento, son escasos los candados colocados en el
puente, pero la iniciativa aspira a consolidarse, por lo que el viaducto
pontenovés pretende emular al romano de Milvio y a otros de medio
mundo, donde son habituales.