El concejo lucense de Ribadeo acaba de abrir al público -aunque aún está pendiente la inauguración oficial- la senda de As Aceñas, un itinerario de tres kilómetros, ejecutado por el Ministerio de Medio Ambiente y que permite recorrer parte del borde marítimo gallego del estuario del Eo. Uno de los principales alicientes de este paseo son sus immpresionantes vistas a la ría y al vecino concejo de Castropol.
El proyecto de recuperación del litoral contó con un presupuesto de 1.981.108 euros. Las obras se adjudicaron en mayo de 2010 a la empresa Alvar S. A., que terminó los trabajos hace un par de meses.
La actuación se unirá en un futuro a la senda verde del ferrocarril, un proyecto actualmente en trámites que pretende recuperar el viejo trazado del ferrocarril minero entre Ribadeo y A Pontenova. Ahora sólo se puede recorrer una parte del itinerario, la que une A Pontenova con el concejo asturiano de San Tirso de Abres.
La conocida como senda de As Aceñas parte de la playa de Os Bloques, ubicada justo en línea recta visual con la villa de Castropol. El siguiente punto de referencia es la ensenada de A Vilavella, donde se ha reconstruido una vieja fábrica de algas. Aunque el Ayuntamiento aún no ha decidido su uso, es previsible que funcione como un equipamiento museístico vinculado a la ría.
El sendero discurre en A Vilavella por pasarelas de madera y en paralelo a la carretera N-642, que une Ribadeo y Vegadeo. A lo largo del camino hay zonas de descanso y miradores para detenerse a apreciar el estuario.
El camino termina en el molino de mareas de As Aceñas, que también ha sido restaurado. Es similar al que existe en As Acías, en suelo castropolense, cuya rehabilitación sigue pendiente de la disponibilidad presupuestaria.
Entre tanto, Ribadeo presume ya de paseo; un recorrido con el que trata de exprimir los encantos naturales de esta ría fronteriza, que está declarada humedal de importancia internacional.
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