María Angeles Villapol Ogaza ha iniciado su andadura como edil
socialista en A Pontenova con 71 años y con la ilusión del que comienza
una nueva etapa y esperando aportar toda la experiencia que le da el
paso de los años y el conocimiento de su municipio. No en vano se ha
convertido en la concejal de mayor edad de la comarca.
ES ALGO común
pensar que el político nace, que su profesión se debe a la vocación o a
la dedicación minuciosa a lo largo de los años. Se tiende a creer que
el que ostenta un cargo en política es un animal que se ha ido
preparando y desarrollando a conciencia para salir a combatir en los
farragosos terrenos de la ley, una persona para la que lidiar con
ciudadanos, ayuntamientos, partidos políticos y demás estamentos ha sido
siempre desde tiempo ha, el pan de cada día. Sin embargo, en ocasiones
los tópicos son sólo eso, y si no que se lo pregunten a María Angeles
Villapol Ogaza, vecina de A Pontenova de toda la vida, que comienza su
andadura como concejal del PSOE en A Pontenova siendo la de mayor edad
de la comarca. Y hay que destacar que, a sus 71 años, no le asusta la
responsabilidad a pesar de ser «novata» en cargos de esta naturaleza.
Fuente: Fernando Tablado / El Progreso (Lugo)
¿Había usted formado parte de algún equipo de gobierno o estuvo vinculada en el pasado a algún partido político?
No, he de decir que soy totalmente novata, en el sentido de que
nunca ocupé un cargo político de ningún tipo, ni estuve vinculada o
afiliada a ningún partido político ni nada relacionado.
¿Con qué se ganaba la vida con anterioridad a su elección como edil socialista?
Pues mira, en lo que se podía, en lo que cayó. Yo vengo de una
familia de origen humilde y desde casi siempre tuvimos que buscar
nuestro sustento como pudimos en A Pontenova, sobre todo con el trabajo
en el campo, que es lo que más se hacía por aquel entonces todo por
aquí.
¿Qué fue entonces lo que le hizo
plantearse presentarse al cargo de concejal por el PSOE? ¿Fue el poder
de convicción del actual alcalde, Darío Campos?
No es que me diera por presentarme por propia iniciativa, sino
que se pusieron en contacto conmigo desde el propio Partido Socialista
porque necesitaban gente para la confección de la lista, y ya se sabe
que la parroquia donde vivo es bastante pequeña, así que acabaron
encontrándome y acabé por aceptar su oferta.
¿Y cómo se tomaron sus familiares más allegados la decisión que usted tomó de embarcarse en este proyecto?
Bueno, la decisión no la tomé yo sola, lógicamente. Lo tuve que
discutir con mi marido y también con mis tres hijos, pero al final,
tras pensarlo bastante llegamos a un acuerdo y en la actualidad no
tienen ningún inconveniente con que desempeñe este cargo. Creo que no
habrá problemas de ningún tipo.
Porque, es usted residente en A Pontenova de toda la vida, como se suele decir.
Sí, soy residente de toda la vida de aquí, aunque lo cierto es
que yo no conocí al alcalde, Darío Campos, personalmente hasta el año
2007, cuando estaba comenzando su primer mandato, aunque lo conoce
muchísima gente.
Habiendo surgido esta oportunidad
tardíamente, ¿se habría dedicado a la política con anterioridad si
hubiera tenido la ocasión de hacerlo?
La verdad es que no, porque en tiempos pasados tenía otras
prioridades, sobre todo cuidar de la familia y en especial de mis tres
hijos. Pero ahora que ya son mayores...
¿Y qué es lo que espera a nivel individual de esta etapa como concejal de Medio Ambiente?
Lo que no busco es realizarme personalmente. Espero simplemente
ayudar al municipio a mejorar en todo lo que pueda, formando parte del
equipo de gobierno de Darío Campos. De momento, considero que todo está
bastante bien encaminado.