San Tirso de Abres,
T. CASCUDO
A la Alcaldesa de San Tirso de Abres, Goretti Quintana (PP), se le ha acabado la paciencia y por eso reclama al Ministerio de Fomento una «solución inmediata» para la carretera nacional 640. La vía, que une Castropol y Vilagarcía de Arousa, presenta un pésimo estado de conservación, especialmente en el tramo entre la localidad lucense de A Pontenova y Vegadeo. Precisa Quintana que en días de lluvia se suceden los accidentes lo que pone de manifiesto «que el firme es inseguro y es urgente su reparación».
La regidora explica que los ciudadanos de San Tirso «están obligados a transitar a diario por una carretera muy insegura, hasta el punto de que en cuanto caen cuatro gotas se multiplican los siniestros, con lo que supone de perjuicio económico para las familias además de daños físicos». De hecho, en los últimos quince días la regidora contabiliza media docena de accidentes, motivo por el que insta a la agilización de los trabajas de reparación ya que «están en juego vidas humanas».
Quintana arremete también contra la decisión del Ministerio de reparar provisionalmente el tramo que va desde A Pontenova hasta Lugo, en suelo gallego. «Considero que eso es invertir fondos públicos con carácter desequilibrado. Los responsables públicos tienen que buscar un equilibrio socioterritorial y nosotros llevamos más de tres años esperando», explica. Para la Alcaldesa de San Tirso es incomprensible que los responsables de la vía hayan optado por reparar primero el tramo de A Pontenova a Lugo cuando el que presenta peor estado es el que discurre entre Vegadeo y A Pontenova y que atraviesa los concejos de Vegadeo y San Tirso.
Quintana asegura que ya ha perdido la cuenta de los escritos y visitas a la Demarcación de Carreteras de Lugo para conocer si existe proyecto para reparar la vía y en qué estado se encuentra. «La respuesta es la misma hoy que hace un año y no hay plazos de obra», añade. La Alcaldesa va más allá y dice que si continúan sin prestar atención a sus reivindicaciones está dispuesta a movilizarse: «De no hacernos caso trataremos de movilizarnos para que esto no siga sucediendo. Se nos agotó la paciencia y queremos hacer público nuestro sentimiento de abandono», zanjó.
Esta reclamación de San Tirso se une a la que encabezó hace unos meses un colectivo vecinal de A Pontenova que llegó a recoger más de 4.000 firmas.
Fuente: La Nueva España
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