París, Londres, Pekín... y también Australia. Nadal hizo historia en Melbourne y se convirtió en el primer español en ganar el Open de Australia tras vencer a Roger Federer por 7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2 en una final épica de más de cuatro horas en la que Rafa demostró quién es el número 1 del mundo.