jueves, 20 de noviembre de 2008

Muchas palabras, pocos hechos


Un año después del encuentro en el Eo de Touriño y Areces para celebrar la declaración de la Reserva de la Biosfera, no se ha dado ningún paso relevante.
Pompa hubo, palabras y declaraciones de intenciones también, se provocaron generosas expectativas y... transcurrido un año, ¿en qué se ha quedado todo eso? «Eu da Reserva non sei nada», sentenciaba ayer el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez (BNG).

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Tal día como hoy, hace exactamente un año y un mes, los presidentes de la Xunta y del Principado, Emilio Pérez Touriño y Vicente Álvarez Areces, acompañados de un numeroso séquito escenificaban en el Eo, en un encuentro a bordo de dos lanchas, la unión de «dos tierras hermanas». En las respectivas orillas les esperaban catorce alcaldes y decenas de autoridades. Tras los discursos en Ribadeo seguiría una fiesta por todo lo alto en Castropol, en la que no se escatimaron medios y, de hecho, incluso se recogieron a los vecinos por las parroquias en autobuses. Todo para celebrar la declaración de la Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Terras de Burón. Pompa hubo, palabras y declaraciones de intenciones también, se provocaron generosas expectativas y... transcurrido un año, ¿en qué se ha quedado todo eso? «Eu da Reserva non sei nada», sentenciaba ayer el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez (BNG).

Los discursos de Touriño y Areces fueron reincidentes: la apuesta por un desarrollo sostenible y la creación inmediata de un consorcio interautonómico y un foro de participación social, dos órganos que se encargarían de poner en marcha un plan de acción de la reserva para garantizar la dinamización de un territorio que abarca los municipios gallegos de Ribadeo, Trabada, A Pontenova, Ribeira de Piquín, A Fonsagrada, Negueira y Baleira, y los asturianos de Castropol, Vegadeo, Taramundi, San Tirso, Villanueva, San Martín y Santa Eulalia de Oscos.

Un desarrollo económico más potente para una comarca de 33.000 habitantes, políticas que permitirán fijar población y, por supuesto, de conservación de paisaje. De todo ello hablaron Touriño y Areces. También del fomento de la agricultura y ganadería ecológica, del impulso del sector forestal, la recuperación de oficios tradicionales, la mejora de la calidad de vida con las nuevas tecnologías, el saneamiento integral de la zona, la mejora de infraestructuras...

Objetivos hay, pero hechos apenas. En Asturias al menos sí se dieron pasos para divulgar entre la población qué es la Reserva de la Biosfera, con charlas por los diferentes municipios. Además, el Principado ha licitado un proyecto para acometer el saneamiento de Castropol y Vegadeo, para acabar con los vertidos que hay en la actualidad. En Ribadeo se ha adjudicado la nueva depuradora por 18 millones de euros. Pero, en rigor, estas dos actuaciones son independientes de la reserva, porque eran acuerdos que se habían adoptado en reiteradas ocasiones en las cumbres interautonómicas de la Xunta y el Principado. En el caso de la depuradora de Ribadeo, además, la Xunta estaba obligada por la UE y amenazada con sanciones.

Nada se sabe, al contrario, del saneamiento de la zona interior del municipio ribadense, que vierte directamente al río Eo. Esa sí fue una de las mejoras que expresamente reclamó Fernando Suárez a Touriño, hoy hace un año, en su discurso.

Así las cosas, ¿en qué se ha quedado por ahora la Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Terras de Burón?

Primeros acuerdos

Los acuerdos de mayor entidad se tomaron en julio en Taramundi, cuando se presentó el logotipo -obra del diseñador asturiano Jorge Lorenzo- y se constituyó la comisión temporal de coordinación institucional que se encargará de gestionarla. En el acto, al que asistieron los responsables de Medio Ambiente de Galicia y Asturias y los catorce alcaldes, sirvió para decidir el destino del primer millón de euros a invertir en el territorio (700.000 euros con cargo al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y 300.000 aportados por la Xunta y el Principado).

En teoría, el dinero deberá gastarse antes de que concluya el año y se empleará en la señalización de los puntos estratégicos de los catorce municipios y a actuaciones de carácter integrador.

En julio, los alcaldes se emplazaron a una reunión que debía tener lugar en septiembre, para seguir avanzando en los proyectos. El acto fue aplazado hasta nueva orden.

El regidor ribadense, Fernando Suárez, era ayer rotundo: «Si se gastou un euro non sei onde está. No me consta nada de nada. O divino xa o concretamos en varias xuntas, temos que ir ao humán, e o humán é facer os saneamentos».

Por su parte, el alcalde de Vegadeo, el socialista Juan Antolín Rato, apuntaba ayer: «De momento se han puesto las bases de la reserva. Hay mucha teoría, pero en la práctica nada. Falta un impulso, que deben dar los gobiernos del Principado y la Xunta».
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