La SAT Labregos de Lugo centra su distribución por ahora en establecimientos de la fachada atlántica.
Aunque la venta es común, las ganancias se reparten entre los siete integrantes. Guntín aporta dos socios, mientras que los restantes se reparten entre O Corgo, Riotorto, A Pontenova, Mondoñedo y Ribeira de Piquín. El caso de este municipio es peculiar, ya que una SAT de ocho integrantes forma parte de Labregos de Lugo como socia. La SAT, afirma Villanueva, está abierta a la entrada de más componentes, como también lo está a ampliar su producción a otros cultivos: «Cantos máis teñamos, mellor», dice.
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La SAT Labregos de Lugo, formada por campesinos de comarcas de toda la provincia, inició hace varias semanas su actividad de distribución de diversos cultivos, entre los que sobresalen diversas hortalizas y patatas, a fuera de Lugo.
Productos como el repollo, el brécol, la coliflor y las patatas forman parte de la mercancía que ya se ha empezado a vender. La mayoría de los productos se destinan por ahora a supermercados y tiendas de frutería situadas, situadas fundamentalmente en Vigo, Pontevedra y A Coruña. Aunque el mercado interno y más cercano, el de Lugo, no queda fuera de los cálculos de la sociedad, la elección de esas ciudades como lugar de envío de la producción responde a dos razones fundamentales.
Mejor precio
En primer lugar -como explicó el presidente de la SAT, Manuel Villanueva- productos como la coliflor, el brécol o el repollo parecen encontrar mejor salida fuera de Lugo. En segundo, el precio que se consigue en esos lugares de venta es ligeramente superior: así, Villanueva reconoció que por ahora se estaba vendiendo el kilo de patatas a 0,70 euros, y agregó que sería difícil alcanzar esa cotización en Lugo.
El número de socios de la SAT es de siete, aunque una de las partes constituyentes de la sociedad es a su vez una SAT del municipio de Ribeira de Piquín. En Riotorto, municipio del que forma parte uno de los socios, se prevé construir una nave que sirva para almacenar los productos. Mientras no se dispone de esa instalación, que se ubicará en el futuro polígono industrial, la producción se reúne en Guntín para enviarla a los puntos de destino. La SAT paga el transporte, aunque no descarta comprar un vehículo para realizar su distribución con medios propios.
Ingresos por separado
Aunque la venta es común, las ganancias se reparten entre los siete integrantes. Guntín aporta dos socios, mientras que los restantes se reparten entre O Corgo, Riotorto, A Pontenova, Mondoñedo y Ribeira de Piquín. El caso de este municipio es peculiar, ya que una SAT de ocho integrantes forma parte de Labregos de Lugo como socia. La SAT, afirma Villanueva, está abierta a la entrada de más componentes, como también lo está a ampliar su producción a otros cultivos: «Cantos máis teñamos, mellor», dice.
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