domingo, 17 de septiembre de 2017

La ruta del ferrocarril de Villaodrid, en bici, con niños

Fuente: Escapalandia


Las antiguas ferrerías existentes en la zona de A Pontenova cobraron nueva importancia en el siglo XIX con la industrialización. En el año 1900 se constituye una sociedad minera en “Villaoudriz” instalada por el vasco Julio Lazúrtegui. En pocos años cambia la fisonomía de esta localidad lucense en el cañón del Río Eo, se construyen sus altas chimeneas, emblema de A Pontenova, y se comienza a instalar un trazado ferroviario que llevará el mineral de hierro hasta Ribadeo, a 34 kilómetros, donde una estructura de hierro sobre la ría -hoy reconstruida- sirve para volcar el material directamente a la bodega de los barcos.
Inicio en San Tirso de Abres / Escapalandia
La historia de esta industria y la belleza del entorno de la Reserva de la Biosfera del Eo nos ha cautivado desde hace años. Habíamos hecho la ruta caminando varias veces, en tramos o entera, desde A Pontenova hasta San Tirso de Abres, así que esta vez hemos repetido la experiencia en bicicleta tomando punto de inicio en tierras asturianas.
Los túneles del ferrocarril
Hace ya bastantes años que se retiraron las vías del tren. La maleza lo cubrió todo, y mi primera vez en esta ruta fue apartando la maleza que alcanzaba más de medio metro de alto. Hoy está habilitada como vía verde y el camino está bien visible puesto que son numerosos los aficionados y grupos de senderismo que recorren los 12 kilómetros practicables de esta ruta, que van desde San Tirso de Abres hasta A Pontenova.

Salida de uno de los túneles / Escapalandia
Lo más apasionante de esta experiencia tras los pasos de la antigua industria del hierro en la zona es el paso por los seis túneles del tren. Hace algunos años pusieron iluminación con paneles solares, pero apenas funciona hoy. Su longitud varía entre 60 y 230 metros, lo suficiente en cualquier caso, para que sea preciso usar linternas. El interior de los mismos es de tierra llana pero con algunos charcos o baches, lo que implica peligro de caídas o tropezones. Lo mejor es llevar linternas frontales, de esas que se ponen en la frente, pues te dejan las manos libres e iluminan muy bien.
La experiencia, con niños
Hicimos la ruta con un peque de 5 años y otro de 7 que ya andaban bien en bicicleta, y aunque tardamos 2 horas y 20 minutos, sin desviarnos pero con algunas paradas, la completaron bien. La ruta es muy llana pero el tramo asturiano, unos cinco kilómetros, es complicado por las piedras y baches pero también por el barro.

Chimeneas en A Pontenova / Escapalandia
En los túneles hubo algo de miedito pero con deportividad se vencen todos los obstáculos. Los últimos kilómetros, ya por el concello lucense, están asfaltados por lo que es mucho más llevadero. En diversos puntos puedes desviarte a ver una antigua central eléctrica, las cascadas y los cotos de pesca, etc. pero la duración se alargaría notablemente lo que hay que tener en cuenta si la realizas en invierno y no quieres que se haga de noche.
Otra cuestión logística es la de las bicis. En A Pontenova, el bar en los bajos de la Escuela de Música, junto a las chimeneas y la oficina de turismo, alquila bicicletas. Esa es una opción y la otra es llevártelas puestas. Si es así nosotros arrancamos de Abres para terminar en A Pontenova, donde es fácil que un taxi te lleve al punto de partida para coger el coche y volver a por las bicis. Si vas con dos coches ya no habría problema, puedes dejar uno en cada extremo de la ruta.
Merenderos, piscina y parque infantil
Otro de los atractivos de la ruta además de la belleza del paisaje y el interés histórico y etnográfico es que en sus dos extremos hay una piscina municipal a la que puedes acceder. En A Pontenova recuerdo que tiene algún coste la entrada, en Abres es de acceso libre. Si te planteas terminar la ruta con chapuzón recuerda llevar chanclas, gorro y todo el equipo pues están bien dotadas con vestuarios pero debes cumplir todas las normas del recinto.

Merendero y parque en A Pontenova / Escapalandia
Si quieres comer de bocata hay varios merenderos que, aunque aún estaban con la hierba bastante alta, no eran del todo inaccesibles. Uno de ellos está a mitad de ruta en la parte asturiana y otros dos llegando a A Pontenova junto a un parque infantil y canchas deportivas. Los túneles están todos en zona asturiana, así que si eliges hacer solo el tramo asfaltado desde A Pontenova no los pasarás.
Junto a las chimeneas de A Pontenova hay un precioso parque infantil y varios restaurantes donde comer bien a ambos lados del río. A nosotros nos gustó mucho La Mina, que además te mete en ambiente por su decoración interior. Si vas en domingo cada quince días encontrarás feria por la mañana en esa zona.
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