
El día 5 de agosto de 1905 se inaugura el servicio de pasajeros y
mercancías en el ferrocarril minero de Ribadeo a Villaodrid. Con este motivo,
el consejo de administración de la Sociedad Minera de Villaodrid, con sede en
Bilbao, decide dar realce al acontecimiento con unas visitas a la mina y la
celebración de un banquete en Ribadeo al que se invita a los alcaldes y
secretarios de los municipios afectados, diversas autoridades de la provincia y
algunos vecinos significados.
El viaje desde
Bilbao a Ribadeo, por aquellas fechas, no era una cuestión menor. Por ello el
gerente de la sociedad, José Ortiz y Muriel, despacha diversas cartas entre los
días 22 y 28 de julio, a fin de asegurarse que tanto la ida como la estancia de
las doce personas que se trasladarían desde Bilbao, se lograse sin mayores
sobresaltos.
El día 22 de
julio escribe a Rufino Díaz, vecino de Avilés, para que se encargue de la
organización del trayecto en el tramo de Oviedo a Ribadeo. El cronograma era el
siguiente:
Día 30 de julio,
domingo. Salida de la estación de Bilbao a las 10 de la mañana y llegada a
Oviedo para dormir en el hotel Covadonga, donde ya se habían reservado
habitaciones para los doce viajeros.
Día 31 de julio,
lunes. Salida, en tren, desde la estación de Oviedo hasta San Esteban de Pravia
– donde terminaba la vía férrea – y desde allí, mediante alquiler de tres
landós que deberían estar esperando en la estación, traslado hasta Navia donde
tendría lugar la pernocta.
Día 1 de agosto,
martes. Salida de Navia en los tres landós y llegada a Ribadeo para comer.
Días 2 y 3 de
agosto. Visitas a las minas de Villaodrid.
Día 4 de agosto,
viernes. Inauguración oficial del servicio de viajeros. Banquete en Ribadeo.
Día 5 de agosto, sábado.
Primeros trenes con servicio de pasajeros y mercancías.
Por otra parte,
los días 22 y 27 de julio, escribe cartas a José de Pontes, ingeniero jefe y
gerente de las minas de Villaodrid, para que organice la estancia, visitas a la
mina y el banquete en Ribadeo. En cuanto a la estancia en Ribadeo, le pregunta
si Doña Celsa[1] podría
hospedar y dar comida y cena durante tres días a los doce viajeros. En lo
relativo al ágape le sugiere que si no hay en Ribadeo alguien capacitado para
servir una comida para 70 personas se le encargue el servicio al hotel Méndez
Núñez de Lugo; por otra parte le encomienda gestione el lugar para el banquete,
indicando que el Teatro de Ribadeo sería un lugar adecuado.
Le indica que
encargue la comida que no debe ser exagerada, “una cosa decente”, cuatro o
cinco platos, dos o tres clases de vino y champaña, éste último, por supuesto,
extranjero. En aquel entonces, en Bilbao “una cosa decente” no tenía el mismo
significado que hoy.
Los asistentes al
ágape, además de los seis accionistas principales de la Sociedad o sus
representantes, el gerente, José Ortiz, el ingeniero jefe de las minas, José de Pontes, el ingeniero de minas
responsable de su puesta en marcha, Martín Gaytán de Ayala, y el ingeniero que
llevó a cabo el proyecto y construcción del ferrocarril, José Luis Torres
Vildósola, se invitó, entre otros, a las siguientes personas:
-
Alcaldes y secretarios de los cinco
ayuntamientos, Ribadeo, Vegadeo, Trabada, San Tirso de Abres y Villaodrid
-
Gobernador Civil de Lugo, funcionarios Jefes de
Hacienda de Lugo y Aduanas de Ribadeo y Juez de 1ª instancia (se supone que de
Ribadeo).
-
Jefe de Obras Públicas de Lugo e Ingeniero Jefe
de la 5ª división
-
Diputado a Cortes por Ribadeo, Ramón Bustelo
-
Prensa (sin especificar)
-
Sres. Pedro Lanza, Balbino Soto, Amando Pérez,
José López Guapo, Benito Pico, Marcelino Vior, Bonifacio Torres y Nicolás Rocha[2]
[1] Es de suponer que Doña Celsa era la propietaria de un
hotel en Ribadeo en el que se hospedaban los directivos e ingenieros de la
Sociedad, en sus viajes a Villaodrid.
[2] Ignoro la vecindad de los citados en último lugar,
salvo Nicolás Rocha, médico en Pontenova, y que tenía contrato con la Sociedad
Minera para asistir a los trabajadores que ejerciesen su labor desde San Tirso
de Abres hasta Villaodrid.