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La derrota por 4-1 «fue lo de menos». Para los jugadores del Superti-A Pontenova, el partido de Tercera División en la cancha del Pazos de Borbén concluyó cuando su compañero Fidel García fue trasladado en ambulancia al Hospital Meixoeiro, de Vigo, con un fuerte traumatismo en la cabeza como consecuencia de un golpe contra el suelo que le dejó inconsciente durante «casi un par de minutos» -calcula su técnico-, que se hicieron eternos para los testigos del incidente. Según el preparador mariñano, la acción se produjo sobre el minuto 10 de un encuentro que se reanudó «casi tres cuartos de hora» después.
Como la desafortunada jugada tuvo lugar muy cerca del banquillo del equipo de casa, fueron los jugadores y el técnico local los primeros en interesarse por el estado del futbolista pontenovés. Enseguida llegó su entrenador, Julio Delgado. «Llevamos un buen susto. Tenía
los ojos abiertos, pero le llamábamos y le movíamos y no reaccionaba», relataba ayer el estratega salmantino aún impresionado por los hechos. «Cuando recuperó la conciencia no nos conocía», añadió.
Tanto Julio Delgado como Ana Belén, la esposa del futbolista lastimado, quisieron expresar su agradecimiento al equipo local y a los dos colegiados por el interés y la sensibilidad que mostraron desde el primer momento. Fue precisamente uno de los árbitros el encargado de prestar los primeros auxilios a Fidel. «Sabía lo que hacía y evitó que se tragara la lengua», cuenta el preparador del Superti. Cerca de 20 minutos tardó la ambulancia en llegar al pabellón municipal de Pazos de Borbén.
Fidel García fue examinado minuciosamente en el Hospital Meixoeiro y recibió el alta una hora después de su ingreso. «Non me lembro de case nada, só de chegar a Pazos para xogar e despois ir na ambulancia camiño do hospital», declaró ayer a La Voz.
