El conflicto se ha enquistado y ya dura tres meses
El conflicto de los vecinos con el cura de Conforto parece no tener fin y ya va para tres meses. El último capítulo tuvo lugar hace unos días cuando se tuvo que acabar de celebrar un entierro sin el sacerdote. El finado recibió sepultura sin la presencia del cura, que llamó a la Guardia Civil tras permanecer encerrado en la iglesia debido a las protestas vecinales. Un lamentable episodio en una guerra que parece no tener final.