Ni siquiera en los días principales de una romería otros años muy concurrida hay tregua entre los feligreses de Conforto y el cura de esa parroquia de A Pontenova (Lugo). Ayer, en su primer día, la celebración mariana quedó muy tocada por el conflicto entre parroquianos y el cura. Los lugareños no se fían de que la talla de Nosa Señora, del siglo XV, sea la misma que han venerado siempre. Dudan después de que el sacerdote afirmase haberla restaurado, y aún no han recibido explicaciones que les convenzan. Ayer se negaron a sacarla en procesión, y la Virgen se quedó en el templo. Hoy, cuando habitualmente cientos de devotos se encomiendan a esa santa, tampoco quieren que desfile.
Tensa calma ayer en Conforto. Se celebraron las dos misas previstas: a las 11.30 y a las 13.30 horas. Después de la última tendría que haber salido la procesión. Ofició el sacerdote cuya dimisión y traslado reclaman los feligreses, sin que el Obispado de Mondoñedo-Ferrol haya respondido a una petición que pretendían fuese atendida ya para las misas de ayer y de hoy. Como en otras ocasiones, el cura declinó pronunciarse ayer ante los medios de comunicación que le pidieron explicaciones. Alegó que el Obispado no se lo permitía. Cuentan feligreses de Conforto que las dudas suscitadas con la talla se han traducido en una considerable merma de creyentes a la novena previa a la romería. También se notó en las dos misas de ayer. Queda por ver qué sucederá hoy.
La inquietud se adueña de esta parroquia de A Pontenova. Con una campaña de recogida de firmas en marcha, insisten en que se investigue lo ocurrido con la talla del siglo XV, pero también con los exvotos y donativos de los creyentes. Desconfían del cura, que anunció su intención de denunciar a dos parroquianos por los enfrentamientos vividos la semana pasada. Hoy hay misas cada hora, desde las 8 de la mañana. A las 13.30 será la solemne, a la que seguiría una procesión que, si de Conforto depende, no se celebrará.
