Fuente: La Voz de Galicia
La apuesta por el mercado exterior ha resultado un éxito para Industrial Recense, una histórica firma de A Pontenova con 60 años de vida, que empezó como un taller de hoces y que poco a poco fue creciendo. Su expansión iniciada en 1980 tuvo un punto de inflexión en 1998, tras un incendio que destruyó la fábrica que entonces tenía en Rececende. A raíz de este incidente los responsables optaron por trasladar la empresa al polígono industrial, construyendo una nueva nave que se inauguraba un año después, en 1999, e incorporar maquinaria de vanguardia, lo que supuso el lanzamiento definitivo de la empresa. Ahora, con las exportaciones, Industrial Recense ha esquivado la crisis, al aumentar su facturación en un 20% -según hacía público ayer en un comunicado-.
Con 40 trabajadores en la plantilla, Industrial Recense es en estos momentos, con el Concello, una de las principales empresas de A Pontenova. Comercializa numerosos productos para el sector de la industria y la construcción, ofreciendo soluciones a sus clientes con fijaciones a la medida. A la exportación destinó el año pasado el 22% de su producción, lo que le permitió crecer pese a centrar su actividad en uno de los sectores más castigados por la crisis, la construcción. «Llevamos más de diez años trabajando el mercado exterior, pero ahora es cuando hemos empezado a ver realmente la importancia que tiene en nuestro sector», manifestó ayer Luis López Fulgueira, gerente de Industrial Recense.
El principal destino de las piezas que se fabrican en A Pontenova es Francia. En los últimos meses también se han vendido a Portugal, Alemania, Suiza, Rumanía, Sudáfrica, Israel, Italia, México y Oriente Medio.
Industrial Recense ha desarrollado un elemento exclusivo de seguridad para una refinería en Arabia. Desde Industrial Recense también se destaca la «importante alianza comercial con la empresa holandesa Terwa, especializada en prefabricados y líder mundial en su sector».
