En las últimas semanas se han producido al menos dos casos de robos de piezas de maquinaria pesada en Lourenzá. La última denuncia se presentó este lunes. La víctima es la persona que realiza trabajos en los montes en mano común de A Cazolga. Le sustrajeron del monte el brazo y el cazo del tractor y un remolque de unos 4x2 metros, todo ello valorado en cinco mil euros, aunque su precio podría alcanzar los siete mil, según explicaron responsables de la comunidad.
Las piezas habían sido vistas por última vez frente a la caseta de incendios situada arriba en el monte, en el límite con Vilaronte. Alguien las trasladó allí, a tres o cuatro kilómetros de distancia de donde las había dejado el propietario, en la parte baja del cortafuegos central.
Mucho más llamativo es lo ocurrido a otro empresario de Lourenzá, que sorprendió a los ladrones robándole piezas de una máquina que dejó averiada en una finca de San Adriano.
Nada más verle llegar con su furgoneta C15, los dos hombres y la mujer que estaban cargando el material se dieron a la fuga en una Ford Transit con matrícula de Burgos. El dueño de las máquinas no se lo pensó dos veces y salió detrás de ellos, persiguiéndolos por las pistas de concentración y carreteras de Lourenzá. Los perdió a la entrada de A Pontenova.
Se quedaba sin gasolina y mientras regresó a cambiar de coche les perdió el rastro. Cuenta que no llevaba tampoco el móvil encima cuando los sorprendió, para avisar a algún vecino y cortarles el paso. Pero no se dio por vencido. Indagó, se enteró de cuál era el establecimiento de Lugo que, supuestamente, estaba comprando las piezas robadas y se presentó allí haciéndose pasar por un comprador que precisaba un rejón grande, de 1,30 metros como el que le habían robado. Su presencia parece que levantó sospechas y no le permitieron acercarse. Además del rejón, le llevaron más piezas de la marca Fiat, valoradas en otros cinco mil euros.
