El lucense José Reigosa plasma en un documental la vida del ferrocarril Vilaodrid-Ribadeo
El 3 de mayo de 1903 se estrenó el tren
Vilaodrid-Ribadeo. Fue concebido para llevar mineral desde A Pontenova a
un cargadero marítimo cercano a la villa ribadense, pero también acabó
transportando viajeros desde 1905. El lucense José Reigosa elaboró un
documental, de algo más de 50 minutos, sobre la vida de este
ferrocarril. Más de una veintena de personas que tuvieron que ver con él
cuentan deliciosas historias del tren, que en la zona lo llegaron a
bautizar como «A Chocolateira» por el característico ruido que emitían
sus locomotoras. Ese es el título de la cinta.
El trabajo de Reigosa resulta indispensable para
todos los amantes del ferrocarril. El director y guionista explicó que
contar audiovisualmente la historia de este convoy lucense era una
espina que tenía clavada. «De neno, o tren era algo que sempre me
chamaba a atención aínda que só o coñecía por debuxos. Logo acabou
pasando por diante da casa na que nacín, en Barreiros, a liña do FEVE»,
indicó el autor de «A Chocolateira».
El rodaje del documental se prolongó más tiempo
del que esperaba. Lo planteaba para 6 días y, finalmente, fueron casi
veinte. Comenzó el 15 de agosto del año pasado y acabó el montaje el
pasado mes de abril. Trabajaron en el rodaje media docena de personas.
El documental, financiado en parte por la Diputación Provincial, se
presentó en Lugo y Ribadeo y el día 10 será estrenado en Barreiros.
Posteriormente será exhibido en San Tirso de Abres y en A Pontenova.
Para la elaboración de los 50 minutos de
película, Reigosa tuvo que llevar a cabo una amplia labor de
documentación y producción. «Recorrín moitas casas en busca de material
tanto fotográfico como doutro tipo. José Fernández Cancio, fotógrafo de
Ribadeo, xa desaparecido, tiña un arquivo extenso. A familia cedeumo en
parte, algo que agradezo moito», explicó.
El documental exhibe una grabación original que
efectuaron unos ingleses y en la cual puede verse en circulación el
tren. Según el autor de «A Chocolateira», estaba incluida dentro de una
grabación de ferrocarriles de vía estrecha en España.
«Incluso chegamos a localizar outra grabación que
está en Arxentina. Lamentablemente non deu chegado para poder incluila
dentro do documental», apuntó el director, uno de cuyos últimos trabajos
públicos fue una colección de fotos de conocidos personajes lucenses en
la muralla.
El autor del documental destacó la colaboración
prestada por Luis Sanjurjo que llegó a preparar una maqueta a gran
escala del tren, entre otras razones porque su padre trabajó en el
mismo. Reigosa recordó el especial interés dispensado por este hombre
que falleció mes y medio después de participar en el rodaje.
En el documental, Ángel Prieto Souto, presidente
de una asociación vecinal de San Tirso de Abres, ofrece multitud de
detalles históricos sobre el tren y de los hornos de la zona.
Crónica el único convoy minero que funcionó en galicia