EL BORRACHO Y EL ECO
(Por Rafael Lombardero)
(Poesía
humorística que nos recitada con moito “donaire” o noso veciño dos Foxacos, o
Sr. José “o Artillero”).
Con donoso continente
cruzaba un borracho enteco
cierta calle, cuando el eco
respondió a su voz potente:
cruzaba un borracho enteco
cierta calle, cuando el eco
respondió a su voz potente:
-TENTE.
parándose: ¿quién lo manda?;
por esta calle, ¿quién anda
que mis palabras oyó?:
-YO.
Yo….¿quién eres que me cucas
tanto el bulto?. Sal, cobarde,
que ya en rabia mi pecho arde
para echarte mil pelucas.
tanto el bulto?. Sal, cobarde,
que ya en rabia mi pecho arde
para echarte mil pelucas.
–LUCAS.
-¿Lucas Gómez, el del cese,
que me habló anoche, y rogaba
con voz que se le enroncaba
porfiándome que bebiese?
que me habló anoche, y rogaba
con voz que se le enroncaba
porfiándome que bebiese?
-ESE.
-¿Y qué quieres, chafarino,
darme a estas horas? Acaso,
para que acelere el paso
con algún recio sabino?.
darme a estas horas? Acaso,
para que acelere el paso
con algún recio sabino?.
-BINO.
-Vino… Pues voy con respeto,
caro Gómez, que en hablando
del vino, ya estoy mirando
todo mi espíritu inquieto.
caro Gómez, que en hablando
del vino, ya estoy mirando
todo mi espíritu inquieto.
–QUIETO.
-Quieto dices: ¿pues te falto
cuando tú me llamas?
¿O por ventura te escamas
te cause algún sobresalto?.
cuando tú me llamas?
¿O por ventura te escamas
te cause algún sobresalto?.
–SALTO.
-¿Saltas aquí?; bien, me siento:
sentado espero cumplido;
pero una cosa te pido:
¿Cuántos tragos me consiento?
-CIENTO.
-¡¡¡ Ciento !!!. ¡Virgen soberana!,
dijo, se durmió al
instante;
y aún roncando, un vigilante
se
lo encontró a la mañana.