Abre de 11.00 a 14.00 horas y no cobra ni un solo euro, ni por desplazamientos
Abrimos el periódico y las noticias económicas
abundan: la crisis, la prima de riesgo, la corrupción, la amarga tasa de
paro o los sueldos de alcaldes y políticos se suceden. Pero hay otras
noticias, por suerte también cotidianas, que no acaparan grandes
titulares pero que hablan de personas desprendidas, que trabajan de
forma altruista por la comunidad. Es el caso de Ángeles Villapol,
pontenovesa de 72 años de edad, jubilada, que sin obtener a cambio
ningún tipo de beneficio económico atiende la oficina de turismo de A
Pontenova.
A sus 72 años, Ángeles Villapol es estrenó como
representante política y se hizo cargo de la delegación de Turismo.
«Chamáronme para ir na lista do PSOE e como sempre fun unha persoa
activa e con inquietudes, aceptei de bo gusto». La sorpresa negativa le
llegó este verano, cuando el alcalde, Darío Campos, le confirmó que no
iban a contratar a nadie para atender la oficina de turismo, un puesto
que otros años se financió con una subvención de la Diputación
Provincial de Lugo. Ante esta situación, Ángeles decidió hacer ella el
trabajo, de forma desinteresada.
«Cando me fixen cargo da delegación de Turismo
collín unha responsabilidade á que teño que responder e non me parecía
ben que a oficina de turismo estivera pechada», señaló.
Tras varias semanas de trabajo, comenta que está
encantada y que si no estuviese jubilada, se ocuparía igualmente. Abre
de martes a domingo, inclusive, de once de la mañana a dos de la tarde. Y
en este punto, su marido representa un papel fundamental, ya que reside
en Rececende, a cinco kilómetros del casco urbano de A Pontenova, y es
su esposo quien la va a buscar y a llevar todos los días: «A verdade é
que el ten moito mérito, porque sempre está aí, puntual, nunca falla»,
señala Ángeles Villapol.
«Con esta función que fago estou encantada.
Aporto o que sei e ademais coñezo a moita xente de outros lugares de
España, que veñen escapando da calor», manifiesta Ángeles Villapol. Su
faceta desinteresada, de ser seguida por algún que otro representante
público quizás contribuiría a cambiar la opinión que tiene la gente de
la política y de los políticos. Así lo opina: «É certo que están moi mal
vistos... a ver se nos miran un pouco mellor. Eu do equipo de goberno
de A Pontenova o que teño que dicir é que é xente excepcional, moi
humilde. Os políticos debemos predicar co exemplo. A algúns iríalles
mellor si o fixeran así
