VII. Entrevistas con morriña - Ramón Cancio

Esta sección tomarase un descanso ata pasado o mes de Agosto e será á volta de vacacións cando retomemos novas entrevistas con morriña. Gracias a todos pola boa acollida que está tendo esta sección.

Aínda que o entrevistado de hoxe naceu en Cuba pódese decir a casi todos os efectos que é galego e da Pontenova.Trátase de Ramón Cancio Ginzo (La Habana, 1939) quen casou cunha galega de Ourense, Mery Camoeiras, coa que tuvo 2 fillos, María Soledad e José Manuel.

Pontenova.es: ¿En que lugar concreto naciche e como lle chaman á casa da túa familia e a teus pais?.  

Nací en el Sanatorio del Centro Gallego en la Habana, Cuba. Casi, casi territorio GALLEGO en el extranjero.

Mis padres, emigrantes gallegos, eran Manuel Cancio, da casa do Roxo de Piegalvo, Santa Apolonia, y mi madre Soledad Ginzo tambien de la casa do Roxo, pero de Santestebo.

Mi abuelo materno Antonio Ginzo era cartero de varios pueblos del entorno y el paterno, Ramon Cancio, era zapatero, por cierto muy hábil en su oficio.

Fun “ transplantado” da Habana á Pontenova con nove anos. Dende logo, non foi nada fácil axeitarme a nova situación, sin embargo non teño “traumas” e si gratificantes recordos de familiares e amigos que me axudaban a aprender a falar galego e familiarizarme cos hábitos e costumbres daquel momento. Debo citar como mi principal “valedor”  a mi primo Manuel Muruais, quien se dedicó a ayudarme a encontrar un sitio en PuenteNuevo y entre sus muchos amigos. 

Pontenova.es: ¿Cantos anos tiñas cando marchache definitivamente da Pontenova e cales foron as causas da túa marcha?.

Con dieciocho años,
logré que mi padre me diera el permiso para cumplir una larga y esperada ilusión: volver a la Habana a reencontrar mi adolescencia truncada.No puedo decir fuera un desertor del arado, pero algo interiormente me decía que debía hacerme “hombre” en mi país de origen y así lo conseguí.

Pontenova.es: ¿En que cidades residiche durante todos estos anos e en cal estás asentado na actualidad?.

De los 18 a los 25 viví la época de cambio efervescente de la revolución cubana. En la Universidad se respiraba continuamente algo que yo desconocía, pero que me gustaba y absorvía con ansia . LA POLITICA. 

Fueron unos años de completa entrega  a las ideas, emborracharme de ideales y también crear o ayudar a levantar “ídolos con pies de barro”. Tuve oportunidad de viajar a  diferentes países, México, Venezuela, Santo Domingo, E.E.U.U., y aprender poco a poco que la política tiene su lado y trastienda falsa. Todos eramos jóvenes, tanto los dirigentes como los “peones”, sentíamos que el mundo era nuestro y aunque poco a poco se desmoronaban algunos de nuestros ideales lo paliábamos con algunos logros conseguidos.

Al final, a pesar del machacón esfuerzo del régimen,  sentí junto con otros, que habíamos fracasado y que nos habían pisoteado los ideales de LIBERTAD aquellos que nos incitaron en principio a luchar por ella. Personajes que aún, 50 años después siguen formando y manteniendo una dictadura, lograron en poco tiempo hundir los fundamentos de un movimiento juvenil con principios revolucionarios y llenos de esperanza.

Todo se acabó y me vi obligado a escoger entre la carcel o el exilio. Decidí volver a España, esta vez no con la inocencia de mi primer viaje, pero si con el mismo dolor de abandonar de nuevo a amigos, compañeros y familia y reempezar una nueva vida. Uno de mis antiguos compañeros de filas revolucionarias, obtuvo mi permiso de salida como exilado político y asi regresé a  España y ¡como no¡, al PuenteNuevo, del año 1967. 

Fui recibido con afecto, la ayuda de familiares, amigos y vecinos fue intensa y eficaz, pero en el entorno no había trabajo para mi y decidí buscarlo donde fuera.

Hoy a mi jubilación y convencido por mi hijo que también reside en Logroño, hemos recalado en un pueblo parecido a PuenteNuevo, agricultor y vinatero. Sus gentes son sumamente afables y el entorno sigue manteniendo sus raices sin efectuar grandes masificaciones de hormigón. Se llama como su rio, Alberite y su “microclima” es perfecto para la salud y los cultivos hortifrutales , así como excelentes viñedos.. 

Pontenova.es: ¿Cal é ou foi a túa profesión?.

En la Cuba revolucionaria, y pese a no haber terminado mi licenciatura de Filosofia y Letras, sólo por haber cursado el bachiller en España, y con una “ayudita” y  recomendación de un insigne miembro del Partido trabajé como Profesor de Español en un Instituto de la Habana.  

Luego en España, trabajé en Lugo, dos años en la Droguería Sanal, y más tarde en enero del 70, obtuve un puesto de comercial en la Multinacional italiana OLIVETTI. Me tuve que trasladar a la sede de Bilbao y con una gran suerte y como no, buen trabajo personal, conseguí llegar a puestos de Dirección. Posteriormente tras el cierre de la multinacional, con unos compañeros fundamos una compañía de Gestión Informática que me facilitó llegar a jubilarme con satisfacción y tranquilidad. 

Pontenova.es: ¿Qué recordos tes máis frescos da túa xuventude na Pontenova?.

Debo reconocer, y no sin cierto pesar,(la edad no perdona) que los avatares de mi niñez, adolescencia y pubertad, se agolpan por salir a flote. Ya he cumplido 72 años, me alimento continuamente de los buenos y lejanos recuerdos. No creo que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero desde luego dejaron huella en mi “disco duro” de forma indeleble.

Como dije al principio fue un logro el conseguir entender y hablar o Galego, non de forma académica, pero si el que comúnmente se “falaba”.

Os quinientos  metros asfaltados da Pontenova, a sua Plaza de terra donde se facían os mercados, con rosquillas a perra gorda, o Ponte desde donde tirábamos pedras ó río e mirábamos pasar a troitas e anguilas, os fornos, e como non a locomotora de carbón e o profundo e negro pozo da ola, donde en verano o usábamos de playa; Toñito do Cerdeiral  nos daba exhibiciones de salto olímpico y lleno de estudiadas piruetas,  todo, junto con la gente amigable, y afectuosa, casi todos familiares por un lado o por otro, son “posos”, que sólo con menear un poco la cabeza , suben a la superficie del hoy.

Como recuerdos casi, como realidades llenas de adrenalina, fueron las “bajadas competitivas” en bicicleta de la cuesta de Marcos a la salida de clases. Más de  uno dejamos nuestra piel y también nuestra sangre en las malditas piedras graníticas de la carretera, sobre todo al llegar al fondo y saltar los baches que hacía el agua que bajaba del rego de Agustín da Mica. Ni sé como no nos  matamos mas de una vez, jajajajaaja. Todos los días nos reuníamos para hacerlo más difícil.

Pontenova.es: ¿Recordas quenes eran algúns dos teus compañeiros de clase e seguides en contacto os amigos da xuventude?

Desde luego teníamos dos tipos de amigos, los de siempre, del entorno, fueran de Villameá, Riotorto, Santalla,  o Puentenuevo. y los que más tarde conocimos en las clases de D. Enrique Muruais, (de quien guardo una inmensa gratitud y recuerdo) na escola da Picota. Esos llegaban de diferentes puntos, pero todos eran recibidos con amistad y sabían compensarla. Aunque la memoria fotográfica los trae a pantalla virtual, es imposible el recordar nombre o motes. Hay algunos como Abundio da Hermida o Benito de Xudan, Miguel do Ferreiro, y  un sinfín de compañeros que junto con Pepe de Cosme, Pepe de Regos, Pepín de Santos, y como no mi primo Manuel Muruais eran y son los mas recordados. De rapaces a lectura de TEBEOS, o las hazañas del Capitan Trueno o el Jabato, más tarde las maravillosas novelas de Estefanía, y luego ya con bigote incipiente las caladas de Philip Morris o de Bisonte, que de todo había mientras charlábamos bajo el depósito del agua potable que había a la entrada de Puentenuevo. 

Luego las fiestas patronales del entorno, eso era un tema aparte pero lleno de ansiedad por “ligar”, y sobre todo tener anécdotas mas o menos “interesantes” que comentar en el transcurso de las reuniones posteriores. Desde luego, las más, inventadas o adornadas como podíamos. Eran tiempos difíciles para eso del “juego amoroso”, jajajajajajjajaja. Disfruto de sensaciones muy agradables al recordar aquellas fiestas patronales, unas grandes con, orquestas como La Piña y su magnifico vocalista Santi Par, la Banda Militar que interpretaba “El Sitio de Zaragoza” en las escaleras da casa da Pita a bombo y platillo,   y otras más pequeñas, pero que hacíamos grandes nosotros, solamente con la ayuda da gaita de Ramón da Carmela. Todo daba pie y nos valía para pasar un buen rato y disfrutar. Eramos una cuadrilla sana y con ganas de disfrutar, lo mismo os rapaces que as mozas, todas muy guapas e simpáticas.

Pontenova.es: ¿Volves con frecuencia pola terra que te viu nacer? e ¿Cando ves en que acostumbras a pasar o tempo?

Hasta el fallecimiento de nuestro padre y tía Mercedes, siempre compartía las vacaciones de agosto y navidades,  durante quince dias , disfrutando del afecto que nos brindaban y el calor de nuestra casa patrucial, Piegalvo, a  Casa do Roxo, tenía algo que llenaba nuestro corazón de gozo y alimentaba nuestra alma hasta las próximas vacaciones. 

Me permitía disfrutar de las visitas a las casas de primos parientes y amigos. Ver nacer un ternero en casa de Cadavedo, con mi amigo Eusebio o la matanza del cerdo en casa de cualquiera del resto de amistades, disfrutar de las cristalinas aguas del Eo que arrullaban la siesta bajo los manzanos en el campón tras una “pesada” comida, eso era parte de un tiempo que nunca consideré perdido, ¡aunque lo pareciera¡.

Pontenova.es: ¿Continúas tendo vínculos dalgún tipo na zona (familiares, amistades,etc,…)?, ¿Cales?.

Desde luego que si, tengo a mi hermana Merceditas, que reside en nuestra casa patrucial de Piegalvo, y mantengo vínculos especiales con mi prima Nieves Ginzo, su padre Isidoro, siempre me demostró un afecto muy especial; también con su hija Mary Nieves, por cierto nos lleno de alegría su visita a la Rioja. Sigo a través del facebook, contacto con otros primos que visitan  PuenteNuevo en verano. Ellos se encargan de hacerme llegar las novedades, (buenas y malas), recientemente el fallecimiento de mi primo Rafael, compañero de juegos de niños en mis visitas a Santestebo donde residían mis abuelos maternos.

Pontenova.es: ¿Sigues a actualidade do pobo habitualmente? e ¿Conocías a nosa páxina web?, ¿Qué che parece?.

Lo encuentro muy interesante, aunque a veces desconozco de que, o de quien se habla. Sobre todo si sólo se cita el nombre del joven que genera noticia, otra cosa son las fotos viejas, esas, si son reconocibles y traen buenos recuerdos. Todo es interesante, hasta las quejas del estado de las carreteras, o las controversias sobre decisiones políticas. La verdad, me gusta y disfruto al leerlas o verlas. Me dan envidia sana las nuevas fiestas, como las del faragullo, o las de la trucha, pero me aguanto y disfruto solo pensando en lo bien que lo pasaría.. 

Pontenova.es: Vivindo tan lonxe, ¿Qué é aquelo que máis botas de menos de Galicia e porqué?.

A Galicia la llevamos siempre con nosotros, nos gusta comparar con otros lugares, pero hoxe, amigo meu, e imposible discernir que encontras de falta, quizaves e algo non tangible, como a morriña, que te pellizca de vez en cuando el alma. Tienes a mano boa literatura galega, cancións e música enxebre  por internet, visitas virtuales a lugares da nosa terra que nunca pensaches ver, as visitas a feiras/exposiciones  que chegan a outras comunidades, nos ofrecen espectáculos en galego, productos do país, hasta os grelos e o lacón, sin deixar fora o butelo, ou esa rica carne do país, esos queixos, ese pulpiño que fai encher a boca de auga. Por ejemplo, estos días pasados por un vídeo que me envió mi hija, (se lo pasó a lo grande con su familia política, tambien gallega, de Fonsagrada), disfruté del LUCUS Romano. Una maravilla de representación artistica y popular. Sin embargo sintes non “vivirlo” en carne viva” en todos los eventos, pero, jajajajaja, sabemos que é imposible.

Pontenova.es: Xa por último, como sempre preguntamos nesta sección, ¿Poderíasnos contar algunha anécdota que che ocurrise que teña algo que ver ca Pontenova?.

Todo encuentro insospechado y no planificado con gente de PuenteNuevo, bien sea por diversión o trabajo, da origen a que surjan mas tarde sabrosas anécdotas. 

En la Habana , tropecé de forma fortuita con varias personas que eran de PuenteNuevo o alrededores, es impresionante notar como late nuestro corazón al suceder esto y sobre todo como aprovechamos la ocasión para ponernos al dia de sucesos  que el otro nos cuenta. 

En Madrid de forma casual tropecé con D. Enrique Muruais, Villameá, los viejos tiempos y el nuevo Puentenuevo, fueron nuestro tema de conversación. También lo pasé muy bien, removiendo recuerdos, con la simpática Mª Dolores Muruais en Ciudad Real, donde trabajaba de catedrática. Debido a mi trabajo comercial y a mis clientes, el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, (ahora fusionados), tuve ocasión de recorrer mucha geografía, y con sorpresa llena de alegría tropezar con amigos o conocidos perdidos por esos mundos, casi todos compañeros de las clases de D. Enrique, o con familia en la zona de Puentenuevo. 

En Bilbao, tuve el placer de conocer y disfrutar de su charla, a D. Isaac Alonso, (el Violo), viví su esplendor en su casa señorial de la Gran Vía bilbaína, y por desgracia su derrumbe económico posteriormente, pero eso si, tenía un gran conocimiento de la gran mayoría de los “jóvenes emprendedores de los años 60” de PuenteNuevo. Era entretenido disfrutar de un simple café  en cualquier terraza de Bilbao, acompañado de  una charla llena de socarronería gallega. Ese hombre tuvo una vida muy interesante y vertiginosa, desde ser un manitas como “canteiro”, a codearse con lo más “in” de la sociedad bilbaina.

Aquí en la Rioja, en una cata de vinos (por cierto magníficos caldos) en una de las muchas  bodegas , al terminar el evento, uno de los asistentes me saludó, dándome la bienvenida como nuevo vecino al pueblo. Hablando de mis origenes, surgió PuenteNuevo y resulta que él había trabajado en la instalacion de la Fábrica de Carrocetas, hospedándose durante esa temporada en el Hotel de la Cubana. El recuerdo que guarda de Puentenuevo es muy agradable y comenta que el trato de la gente fue muy amistoso. Es gratificante oir hablar bien de tu Pueblo, sobre todo tan lejos en la distancia física.

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