A Pontenova está sola frente a los incendios, tal
y como se ha comprobado en los últimos fuegos registrados en el
municipio. El concello, por la distancia que se encuentra de Vilalba y
Barreiros, queda fuera de la circunscripción de los parques de bomberos.
Sin Grumir y solo con una vieja motobomba, de casi treinta años y con
capacidad para transportar apenas 3.000 litros de agua, debe hacer
frente a las incidencias.
Hace unos días, con motivo de un incendio
forestal se dio la circunstancia de que fue la Xunta, quien tiene la
responsabilidad de encargarse y coordinar las tareas de extinción de
incendios, quien llamó al Ayuntamiento para que actuase: «É
o mundo ao revés. Non ten sentido. Chamáronnos de Medio Rural para que
fóramos nós a apagar o lume porque a esa hora, de madrugada, non tiñan a
naide traballando».
En el caso del incendio en la casa de Vilar de
Conforto los bomberos de Barreiros tardaron dos horas en llegar, según
insistió Darío Campos. Ante este panorama, se recurre a remedios
pintorescos, como que una empresa local, Hormigones A Pontenova, cediese
dos camiones para transportar el agua y evitar que la motobomba tuviese
que abandonar el lugar del incendio para cargar el depósito. De todos
modos, aún disponiendo de medios más completos, el alcalde opina que no
se habría evitado que el fuego destruyese por completo la casa.
Ante esta situación, Campos anunció ayer que
pedirá audiencia en la Consellería de Medio Rural y a la delegada
provincial de la Xunta: «Téñenos que dar algunha solución. Non podemos seguir así, sen medios nin persoal».