miércoles, 14 de marzo de 2012

Una firma de A Pontenova fabrica los camiones con los que se amplía la red de metro de Caracas

La empresa pontenovesa Investigación y Proyectos de Vehículos Especiales (IPV), especializada en la fabricación de camiones todoterreno desde 1963 y que presentó un concurso de acreedores en el año 2006, continúa luchando por reflotar su actividad, mediante la conquista de los mercados extranjeros, fundamentalmente, de los suramericanos. Precisamente, «en breve», como precisó un miembro de la directiva, Antonio Bouza, cobrará los más de tres millones de euros correspondientes a la venta de una decena de camiones enviados para ejecutar las obras de ampliación y la rehabilitación de la red de metro de la capital venezolana. 

Originalidad
La compañía Acentia Corporación, filial de una de las adjudicatarias de la obra del metro de Caracas, quiso saber si la firma pontenovesa sería capaz de idear un producto que pudiese «tirar o arrastrar de vagones y trenes y en general de una elevada cifra de toneladas y ser lo suficientemente estrecho para poder entrar en los túneles del metro de Caracas», como aclaró el empresario Antonio Bouza, que asumió y cumplió el reto marcado, al tiempo que aclara que «solamente Mercedes fabrica en Alemania vehículos específicos como los que se hacen en A Pontenova, por lo que en este sector, apenas hay competencia en toda España».
El proyecto, que dará mayor liquidez a IPV, sitúa a la empresa de A Pontenova como una de las principales exportadoras de A Mariña lucense, ya que «en estos momentos, el 90% de la producción se corresponde con pedidos que se enviarán al extranjero», como señaló el directivo.
Por lo que respecta a este proyecto, cuyo cobro será «inminente», tal y como confirma Bouza, «se fabricaron para Acentia primeramente tres vehículos-prototipo que se enviaron el año pasado a Venezuela, sometidos a un periodo de prueba en la citada obra y, como funcionaron bien, posteriormente la adjudicataria encargó otros siete pedidos en firme, lo que en total supone más de tres millones de euros de ingresos para la factoría de IPV», como constató el empresario.
América
Bouza destaca que sus camiones trabajarán en una de las principales infraestructuras ferroviarias de América Latina. No en balde, el periódico digital venezolano Informe21.com publicó, el pasado día 9 de febrero, que en los próximos cinco años se construirán 73,5 kilómetros de vías férreas en Venezuela y, concretamente, a la rehabilitación integral de la línea 1, la más antigua del metro de la capital, el Gobierno destina 1,8 millones de dólares, que permitirán incorporar 44 nuevos trenes.
Actualmente, el metro de la capital venezolana recorre 42,5 kilómetros y moviliza diariamente a alrededor de 1.400.000 pasajeros.
Los vehículos de IPV trabajarán para el tramo de obra de la línea principal de esta red de metro que le fue adjudicado a la empresa Assignia Infraestructuras que deberá «reformar túneles, instalar nuevos raíles y nuevas electrificaciones, entre otras labores», como resume Bouza, para quien los camiones fabricados «son además muy sofisticados, ya que son capaces de transformarse en grúas y también en camiones normales».
Externalización
La clave para salir a flote está, en opinión de Bouza, «en mirar hacia el extranjero, ya que el mercado español estará, al menos otros dos años más, algo parado».
«Ahora todas las empresas de A Mariña lo están pasando regular, pero en IPV nos dimos cuenta hace ya tres años de que teníamos que salir fuera y creo que eso nos ayudará a salir antes de la crisis», considera el empresario, que no oculta «que la entidad haya tenido problemas». Sin embargo, puntualiza, sobre algunos foros en internet que hablan de impagos a proveedores, que «los comentarios proceden de inquinas personales que no se corresponden con la realidad». El empresario subraya que lo importante es «que este mes se materializarán varios proyectos que darán futuro a la entidad».
CONCURSO
La entidad abonó «la mitad» de las deudas a sus acreedores
El directivo de IPV, Antonio Bouza, achaca a la «pérdida de los mercados tradicionales» el concurso de acreedores que presentó la entidad pontenovesa en 2006. Bouza recuerda que, al año siguiente, consiguió aplazar el pago de la deuda con los acreedores desde el año 2010 y hasta el presente. «Hasta ahora, están pagadas aproximadamente la mitad de las deudas», señala.
31 trabajadores
son los que ahora trabajan en la factoría pontenovesa, que, de llevar a buen término los proyectos en marcha, no solo mantendría los puestos actuales, sino que tendría que aumentar plantilla.

El Progreso
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