03/12/2011 - El Progreso (Lugo)
Núcleo de Vilameá. CARLOS GAVINO |
La localidad de A Pontenova vivió ayer una jornada tensa en la
que se mezclaron los sentimientos de alivio, sorpresa y temor. La
Guardia Civil anunció la imputación de una vecina de Vilameá cuyo nombre
responde a las iniciales de M.P.G.V., de 55 años de edad, como supuesta
autora de un delito de incendio y otro de simulación como supuesta
víctima de una infracción penal. Este último delito es en realidad el
que corresponde a la presentación de una denuncia presuntamente en
falso, ya que fue ella misma quien acudió a dar parte oficial a la
Guardia Civil de A Pontenova del fuego en un pajar.
La imputación a M.P.G.V. está, por el momento, solo referida al
incendio del pajar sucedido el 27 de noviembre, pero el vecindario de
la localidad de Vilameá, una parroquia dividida en cuatro núcleos de
población principales, estaba muy alterado porque en un intervalo de muy pocos días se habían incendiado dos pajares más.
Ninguno de los tres inmuebles incendiados tuvo muchos daños y
de hecho el Grumir solo llegó a intervenir en uno de ellos. En los otros
dos sofocaron las llamas los propios vecinos.
Sin embargo, se de la circunstancia de M.P.G.V., que está
soltera, cuida habitualmente a una persona mayor que está impedida y
cuya vivienda se encuentra contigua a la suya propia. Uno de los pajares
incendiados pertenecía a dicha persona mayor y está anexo a su propia
vivienda. Esta circunstancia sembró todavía más temor y desconcierto
entre la gente de Vilameá.
Un vecino, muy nervioso, se reconocía «moi estrañado» y convencido de que «eso foi alguén que a delatou, seguro».
Otra vecina de la localidad mostraba también su extrañeza por
la detención de esta persona por esos hechos, hasta el punto de que se
mostraba convencida de que «debía de ter un compinche. Non creo que
fixera eso ela soa».
Curiosamente, el comunicado oficial emitido ayer por la Guardia
Civil a través de la subdelegación del Gobierno indicaba expresamente
que las investigaciones sobre estos episodios surgidos en Vilameá no
están terminadas y adelantaban que «el operativo policial continúa
abierto, no descartándose próximas detenciones».
Sin embargo, la vecina imputada está soltera y vive sola desde
que falleció su madre, a quien también cuidaba. No obstante, los vecinos
de Vilameá consultados por este periódico coincidieron en que a priori
no se trata de una persona de la que se pueda decir que tiene algún
problema mental y en ningún momento dijeron tener motivo alguno para
sospechar de ella.
Desde la Guardia Civil reconocen que la investigación realizada
no arroja resultados concluyentes, que en todo caso deberán ser
resueltos por el juzgado, pero indican que «existen indicios racionales
suficientes para la imputación de la persona indicada, siendo remitidas
las diligencias al Juzgado de Instrucción de Mondoñedo».
Este diario intentó ponerse en contacto con la vecina imputada
para conocer su versión de lo sucedido, pero no pudo ser localizada.
M.P.G.V. estuvo declarando en el cuartel de la Guardia Civil de A
Pontenova y quedó posteriormente en libertad.
MIEDO
En Vilameá la gente dice estar «asustada» porque saben que si
pasó tres veces «esto pode volver pasar» y algunos aseguraron sentir
«moito medo porque fose ela ou fose quen fose o que fixo eso, se o fixo
tres veces, vai volver a facelo, e ata agora houbo sorte, pero a próxima
vez ó mellor non a hai, e a ver que pasa».
El alcalde de A Pontenova, Darío Campos, reconoció que se trata
de un tema «moi desagradable» y añadió que «é unha pena que teñamos que
estar saíndo no periódico por cousas así».
Para él se trata de «algo que non ten explicación. Pode ser
unha enfermedade, ou eu que sei». Hizo asimismo un llamamiento a la
tranquilidad y recordó que «pedín axuda á subdelegación do Goberno
porque os veciños me decían que non podían durmir. Teño que agradecer a
axilidade da Garda Civil, que en dous días fixo pesquisas que deron
froitos. Agora esperar que esto se aclare e se solucione xa».
Barreiros. Un ribadense, imputado por dañar vehículos
La Guardia Civil de Barreiros imputó al ribadense V.M.G.T., de
36 años y vecino de Vilaframil, un supuesto delito continuado de daños a
vehículos. La investigación se hizo tras los daños ocasionados a dos
turismos y una moto cometidos los días 21 y 22 de noviembre en San Cosme
de Barreiros y San Miguel de Reinante consistentes en el pinchazo a las
cuatro ruedas de ambos turismos y las dos de la moto. Además, se rayó
la carrocería de uno de los dos vehículos.