martes, 4 de enero de 2011

Los vecinos retoman las protestas contra la línea Boimente-Pesoz

«Camín Grande» recaba apoyos institucionales contra el tendido, que ha superado el estudio ambiental y es clave para evacuar la energía eólica a la Meseta.

Santa Eulalia de Oscos, 

T. CASCUDO 

El colectivo «Camín Grande», que canaliza la oposición vecinal asturgalaica a la línea eléctrica Boimente-Pesoz (clave para evacuar la energía eólica a la Meseta), acaba de anunciar un nuevo ciclo de reuniones y movimientos de protesta pasado Reyes. Después de que el Ministerio de Medio Ambiente resolviera favorablemente la evaluación de impacto ambiental del trazado el pasado 21 de diciembre, los detractores del proyecto han decidido mantener viva su firme oposición. 

El corredor eléctrico de 400 kilovoltios y 81 kilómetros de extensión que promueve Red Eléctrica Española (REE) pretende comunicar la subestación eléctrica de la localidad lucense de Boimente con Pesoz y conectar en un futuro con el tramo Soto-Penagos. La red persigue la evacuación de los excedentes de energía eléctrica renovable que se producen en Asturias y Galicia, es decir dar salida a la producción de los parques eólicos que se han instalado en la comarca. 

La asociación Camín Grande, creada en 2008, anuncia batalla para los próximos meses, tras el descanso navideño. «Queremos mantener tensa la inquietud y fomentar la unión de los socios, además de conseguir algunos nuevos», precisa el presidente del colectivo, José Luis Díaz. 

Desde «Camín Grande» se oponen a la línea por los daños que supondrá para el territorio -no en vano cruzará la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón- y para los vecinos. En muchos casos el trazado no respeta la distancia mínima que se exige con las viviendas. También arremeten contra el Ministerio de Medio Ambiente por dar de paso un trámite de impacto ambiental que no analiza las diferentes alternativas. Y es que el corredor al que Medio Ambiente ha dado el visto bueno inicial -pese a las más de 700 alegaciones en contra- es el de mayor extensión y precisamente el que atraviesa el concejo de Santa Eulalia de Oscos, el único que ha anunciado su expresa oposición a la entrada de eólicos. «Se ha elegido la alternativa más larga que supone una inversión de seis millones de euros más y creemos que no es justo. Además tampoco lo es que la línea esquive a los concejos productores de energía», añadió Díaz. 

Actualmente «Camín Grande» cuenta con 500 asociados entre vecinos y entidades asturianas y gallegas. Entre sus objetivos está aumentar esta cifra y también fomentar más apoyos desde el ámbito institucional. «En su momento varias corporaciones como la de Santa Eulalia de Oscos y Grandas de Salime aprobaron sendos acuerdos plenarios de respaldo al colectivo. Es importante que mantengan su postura y también lograr nuevas adhesiones», insistió Díaz. Del lado gallego los dos concejos más volcados en frenar la construcción de la línea han sido A Pontenova y Fonsagrada. «Sabemos que también en el Ayuntamiento de Barreiros hay inquietud en este sentido y trabajaremos para lograr su apoyo». 

El colectivo no pierde la esperanza de frenar la línea que consideran un atentado para el futuro y la calidad de vida de la comarca. Uno de los alcaldes más comprometidos con el colectivo es el de Santa Eulalia, Antonio Riveras (IU). Tras conocer la decisión de Medio Ambiente de dar de paso el trámite ambiental anunció que su concejo daría la batalla hasta el final para impedir la construcción de este gigante eléctrico.

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