Veinte integrantes de la asociación
gastronómica de A Pontenova completaron
en siete horas el descenso del Sella.
NO SÓLO de comida vive el hombre
y lo saben bien en A Pontenova,
donde ser socio de una peña
gastronómica no implica estar
reñido con el ejercicio y la naturaleza,
es más, la mayoría son
grandes amantes del deporte al
aire libre, como lo demostraron
el pasado fin de semana con su
participación en el descenso del
río Sella, una bajaba cargada de
dureza, que los mariñanos hicieron
en siete horas, una buenísima
media teniendo en cuenta que optaron
por la ruta más larga, la de
19 kilómetros.
A bordo de piraguas, recorrieron
el emblemático río, en un
ambiente divertido y ameno, según
explicaron al término de la
jornada. El cansancio no ha hecho
mella en sus ánimos y ya piensan
en volver a repetir la experiencia
el año próximo, así que les quedan
muchos días por delante para prepararse
e intentar rebajar la marca
de este año.
¡Mucho ánimo a
todos y a por el Guinness!
LÓPEZ DE PEDRO/AMA EL PROGRESO