Concluyó ayer en A Pontenova la cuarta edición de
la Feira de Artesanía, Mobles e Antigüidades, un certamen
expositivo-comercial que volvió a sorprender por la variedad de la
oferta y por unos precios calificados de muy competitivos en los tres
ramos que abarca. También ayer, el comercio de Ribadeo cerró lo que los
organizadores llaman «las rebajas de las rebajas», una feria de stocks
que tiene la particularidad de que se celebra en las propias tiendas.
No deja indiferente la feria pontenovesa, cuentan
quienes se acercaron a un certamen iniciado el viernes y que ayer cerró
sus puertas. Cincuenta expositores mostraron y pusieron a la venta
piezas de artesanales de calidad y reliquias que no pasaron
desapercibidas para aficionados y profesionales que los vieron.
Concurrieron profesionales llegados desde diferentes puntos de España,
Francia y Portugal.