- José Ramón Ónega:
Hay que volver a los orígenes. Incluso a Don Pelayo habría que exigirle
explicaciones porque no está clara su ascendencia. Las cosas claras, qué
coño. Voy yo bastante por tierras de A Pontenova, de donde procede mi
santa, y siempre me pregunto por qué los gallegos no tomamos Taramundi.
Con el déficit de navajas y cuchillos que tenemos a esta orilla del Eo,
porque he leído que había acuerdo industrial para fabricar en Cervo
mangos de loza y en Taramundi aceros, o al revés, que tampoco estoy
seguro.
Hay gente a la que se le antoja todo lo que ve. Son
los del culo veo, culo quiero. Le pasa a la asociación nacionalista
asturiana Coceyu pola Normalización que reclama la devolución de los
concellos lugueses de A Fonsagrada, Navia de Suarna, Negueira de Muñiz y
Ribeira de Piquín. Exigen además -por pedir que no quede- que el
Obispado de Lugo ceda al de Oviedo las parroquias de estos términos.
Habría que examinar la cuestión cuanto antes. Yo
pido que se reúnan las tribus asturiana y gallega y discutan los
límites. La xuntanzas tendrían que ser en noche de plenilunio debajo de
los carballos, árbol totémico de los celtas. Así se juntaban las tribus
celtas, según Estrabón, bailando a la luz de la luna.
Hay que volver a los orígenes. Incluso a Don Pelayo
habría que exigirle explicaciones porque no está clara su ascendencia.
Las cosas claras, qué coño. Voy yo bastante por tierras de A Pontenova,
de donde procede mi santa, y siempre me pregunto por qué los gallegos no
tomamos Taramundi. Con el déficit de navajas y cuchillos que tenemos a
esta orilla del Eo, porque he leído que había acuerdo industrial para
fabricar en Cervo mangos de loza y en Taramundi aceros, o al revés, que
tampoco estoy seguro.
No les quito yo la razón a estos asturianos, pero
hay que negociar. Nos conviene el trato. Puestos a ello, yo me pido los
Oscos, donde nació el marqués de Sargadelos. Además, exijo a las
Asturias de Oviedo que indemnicen los daños que el rey Silo causó a los
gallegos en la batalla de Montecubeiro, por tierras de Castroverde,
limítrofes con las mías de Pol. Primero, negociar la deuda histórica.
Después, «xa se verá».
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