La localidad de A Pontenova vivió este jueves un suceso luctuoso que
tuvo una significada dimensión social y cultural, ya que se trató del
primer entierro que se vivió en el municipio atendiendo a los preceptos
de la religión protestante. Esta fe era la que profesaba la difunta, una
vecina que falleció cuando contaba nada menos que con cien años de
edad, y que después de estar durante un día en el tanatorio pontenovés
para que su familia recibiese las condolencias de amigos, compañeros y
el vecindario en general, se enterró conforme a los ritos de esa
religión, que difieren poco de aquellos del catolicismo que emana de
Roma, aunque son actos sensiblemente más sencillos que los que se hacen
habitualmente.
La práctica del protestantismo por parte de Josefa Fernández
Rodríguez era muy conocida en la villa pontenovesa por todo el
vecindario porque su marido había sido pastor protestante en la propia
localidad, por lo que no se trataba de un culto que llevasen en privado,
aunque siempre lo hicieron con el máximo respeto y sin ninguna
imposición a ningún vecino y sin practicar ningún tipo de proselitismo.
Su marido, dada la escasa cantidad de pastores de dicha religión en
la zona, atendía peticiones de otros lugares.
Curiosamente, los descendientes de ambos son católicos que siguen la
doctrina del Vacticano.
Biografía
Josefa Fernández Rodríguez deja tras de sí una biografía azarosa propiciada por su siglo de vida. Nació en A Pontenova en 1910, pero se convirtió en la posguerra en una víctima de la emigración que la llevó a la isla de Cuba, donde vivió varios años.
Josefa Fernández Rodríguez deja tras de sí una biografía azarosa propiciada por su siglo de vida. Nació en A Pontenova en 1910, pero se convirtió en la posguerra en una víctima de la emigración que la llevó a la isla de Cuba, donde vivió varios años.
Desde la isla caribeña regresó a Galicia, aunque no inmediatamente a A
Pontenova, sino que estuvo residiendo varios años en la ciudad de A
Coruña, desde la que sí se mudó para instalarse definitivamente en A
Pontenova.
Su vecindario asegura que la recuerdan practicante del protestantismo
desde siempre, tanto a ella como al que fue su marido durante décadas.
