De original podría calificarse
la iniciativa de un grupo de mujeres
de A Pontenova. La propuesta
consistió en reunir alrededor de
una cena a un grupo de madres e
hijas de la localidad, en total unas
cincuenta mujeres. Ataviadas con
ropa oscura y un llamativo gorro
dorado empezaron la noche con
una suculenta cena en el restaurante
A Estación y terminaron la
fiesta en los dos locales nocturnos,
por excelencia, el Puente y
el Montes, ambos situados en la
carretera general y cita obligada
de los asiduos a los fines de semana
en la localidad.