El jugador del Superti-A Pontenova Fútbol Sala Samuel Iglesias adquirió en la administración de Parque Astur, de Avilés, una docena de décimos del número 10104, que repartió entre su familia y amigos. El premio total suma 500.000 euros, 50.000 al billete. El jugador, que reside en Vegadeo, reconocía ayer que el dinero del décimo le permitirá «tapar agujeros». Confesaba su satisfacción por haber repartido tanto dinero entre la familia.
Samuel
Iglesias Amor juega al fútbol sala en el Superti-A Pontenova; no es un
fichaje millonario aunque el martes repartió miles de euros entre su
familia y amigos. Con la ayuda de su hermana, que fue la que adquirió
al menos diez décimos del número 10.104 en Parque Astur, en Avilés, ha
llevado a la comarca del Occidente asturiano más de 500.000 euros,
50.000 al décimo.
Y aunque Samuel ha
distribuido más premios que varias administraciones, él se empeña en
asegurar que simplemente, como todos los años, repartió lotería entre
sus allegados. Además de a sus hermanos, les regaló décimos a sus
padres, cuñadas, etcétera. La mano de la suerte fue la de su hermana,
que fue la encargada de cumplir el encargo de Samuel.
Sabe
que el premio es importante, pero confiesa que solo le permitirá tapar
algún agujero. No retirarse. A sus 32 años no oculta su afición por el
fútbol sala y por el equipo del Superti, donde también juega como
portero su hermano Noel, otro millonario. El balón ocupa parte de su
tiempo libre ya que el día a día lo dedica a su trabajo de pintor (es
autónomo) y a su familia. Tiene una niña de seis años.
«Nunca me ha tocado nada»
«Nunca
me ha tocado nada, es la primera vez que recibo este tipo de premios»,
explicaba anteayer por la tarde, cuando reconocía que habitualmente
invierte entre 400 y 500 euros en lotería para el sorteo navideño:
«Este premio te anima a seguir jugando, aunque yo siempre compraba
bastantes décimos».
La mayor parte de los
miles de euros repartidos por Samuel Iglesias se quedan en la localidad
asturiana de Vegadeo, donde residen la mayor parte de los familiares y
amigos a los que el jugador les hizo un gran regalo. Otra parte, menor,
se irá a Avilés, ciudad de la que partieron los billetes millonarios.
Un viaje comentado
La
mañana del sorteo Samuel la dedicó a trabajar ya que tenía que atender
varios asuntos pendientes. Después, pasadas las horas, ironizaba sobre
la conversación que mantuvo con su hermana, la verdadera hada de la
suerte: «Traje (a Vegadeo) en el coche más de 84 millones de las
antiguas pesetas». ¿Quién se lo iba a decir?