Octubre tuvo tiempo cambiante, con días lluviosos, las primeras heladas nocturnas y jornadas de bochorno.
Las estaciones meteorológicas de Portomarín, Friol, Viveiro, Abadín y A Pontenova llegaron a registrar más de veinte días de lluvias. Estas precipitaciones acabaron con las jornadas de sequía que se vivieron en el mes de septiembre y que se dejaron notar en las fuentes y en los ríos.
Se
puede decir, a tenor de los datos facilitados por Meteogalicia, que el
pasado mes fue lluvioso en la medida en que más de la mitad de las
jornadas registraron en algún momento alguna precipitación.
En cuanto a las temperaturas fue un mes
extremo, desde los casi 26 grados que se registraron en las vísperas
del inicio de San Froilán, el sábado 3, a los valores bajo cero que
hubo en Lugo, Castro de Ribeiras de Lea y Portomarín en la madrugada
del día 17. Debido a estas temperaturas se registraron las primeras
heladas del otoño, especialmente en los concellos de la zona centro de
la provincia.
Humedad alta
Si
octubre comenzó caluroso, el final no fue menos, con valores superiores
a los 24 grados en numerosos puntos, especialmente el miércoles 28.
Además,
la humedad máxima relativa fue durante varios días superior al 95%, lo
que provocó jornadas de bochorno, como las vividas en la última semana
de octubre o a inicios de mes en la capital lucense.
Por
su parte, noviembre ha comenzado con un tiempo más otoñal, con
alternancia de lluvias y bajada de temperaturas. Esta semana se esperan
alternancias de nubes y claros, con posibilidad de algunas
precipitaciones escasas en el interior. De cara a la jornada del
viernes sí se espera la entrada de un frente atlántico que traerá
lluvias a toda la comunidad gallega.
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