Decenas de vecinos de A Pontenova siguieron con curiosidad la retirada de truchas del río Eo durante la jornada de ayer. Personal contratado por la empresa que ejecuta las obras de encauzamiento del cauce fluvial recogió los peces, empleando para ello dos redes, colocadas en distintos puntos del cauce. Para sacar las truchas del río utilizaron nasas, de ahí pasaron a los cubos y al camión cisterna que las trasladó a otro tramo superior del río Eo.
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Con esta medida, que se llevó a cabo bajo supervisión directa de técnicos de la Consellería de Medio Ambiente, quieren preservar las truchas del impacto de las obras que se están acometiendo desde hace poco más de tres semanas en A Pontenova. «De momento están coa limpeza e a excavación -explicó el alcalde, el socialista Darío Campos-, e van empezar a facer a base do muro de contención na marxe dereita».
Una actuación muy esperada.
El encauzamiento del río Eo en el casco urbano constituye una obra fundamental para la localidad de A Pontenova, para evitar las inundaciones. Durante los seis años transcurridos desde que se ejecutaron las obras de la primera fase del proyecto hasta ahora, cuando acaban de reanudarse los trabajos, se produjeron varios anuncios de la inmediata licitación. Pero la intervención ha ido demorándose hasta ahora. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte y el subdelegado del Gobierno en Lugo visitaron las obras el pasado día 7.
LA VOZ DE GALICIA
La plata del Eo
son las truchas. En la Consellería
de Medio Ambiente lo saben
perfectamente porque llevan años
luchando para intentar que este
pez no acabe por desaparecer por
completo del cauce de este río que
antes poblaba por completo. Después
de muchos intentos infructuosos
por recuperar la especie,
ahora toca al menos proteger las
que quedan y para ello técnicos
de la consellería se desplazaron
ayer a la localidad de A Pontenova
para capturar todos los ejemplares
existentes en el tramo de río en el
que se están realizando las obras
de encauzamiento del mismo a su
paso por el centro del pueblo.
La técnica que utilizaron era
sencilla. Tendieron una red entre
dos puntos del río para evitar que
las truchas existentes en esa zona
pudieran abandonarla. Luego,
tres personas se encargaron de
recogerlas y transportarlas fuera
de ese tramo para que puedan estar
a salvo de posibles estragos a
causa de los trabajos que se van a
ejecutar.
DURACIÓN. Las redes quedarán
colocadas en el río durante el periodo
de tiempo en que se ejecuten
las obras que puedan afectar a la
mortalidad de las truchas.
Este trabajo fue impuesto específicamente
por la Consellería de
Medio Ambiente en el estudio de
impacto ambiental de los trabajos
para poder autorizarlos.
Una vez que las orillas del río
quedaron libres de algunas viviendas
que impedían la ejecución del
encauzamiento, se realizó la recogida
de las truchas, cuyo volumen
se está reduciendo drásticamente
temporada tras temporada sin
que nadie sea capaz de explicar
con certeza absoluta las razones
ni de exponer un modo para su
recuperación.
El Centro de Iniciativas Turísticas
(CIT) de A Pontenova, que ahora
acaba de renovar su presidencia
y que organiza la Festa da Troita,
se mostró siempre muy preocupado
por este asunto no sólo de cara
a la propia jornada festiva, sino
también en general.
El gobierno municipal comparte
esta preocupación porque son
conscientes de la gran cantidad
de pescadores que atrae el río en
temporada de pesca y que suponen
importantes ingresos turísticos
para A Pontenova.
A la escasez de truchas hay que
sumar la práctica desaparición
del salmón, cuyas cifras son casi
ridículas.
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