
El presidente del organismo ve «muy probable» que por el puente,
previsto para peatones, se permita circular también a vehículos ligeros.
El proyecto de la Confederación Hidrográfica servirá para asegurar a la población frente a las crecidas del río.
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El presidente de
la Confederación Hidrográfica del
Cantábrico (CHC), Jorge Marquínez,
visitó ayer las obras de encauzamiento
del río Eo a su paso
por el concello pontenovés, que
tienen por objetivo garantizar la
seguridad de la población frente a
posibles crecidas del caudal. Marquínez
comprobó que la actuación
«marcha a buen ritmo», por lo que
avanzó que los trabajos, que incluyen
la construcción de un nuevo
puente, la sustitución del existente
por una pasarela peatonal y la
creación de un parque fluvial, acabarán
a finales del próximo año
y destacó también que supondrá
«la recuperación de unos 20.000
metros cuadrados de superficie en
el entorno del río».
El titular de la CHC visitó las
obras en compañía del subdelegado
del Gobierno en Lugo, José
Vázquez Portomeñe, y del regidor
pontenovés, el socialista Darío
Campos, además de varios técnicos.
Los trabajos, por los que fueron
demolidas cinco casas situadas
al lado del río y que incluyen el
derribo del puente actual porque
obstaculiza la crecida natural del
cauce, suponen una inversión de
6,5 millones de euros, financiados
al 70% por el Ministerio de Medio
Rural y Marino, que se apoya también
en fondos europeos, y el resto
por la Diputación de Lugo.
Los técnicos de la CHC, encargados
de realizar la obra, precisaron
que a finales de este año estará lista
la cimentación del nuevo puente
que cruza el río sobre el lugar de
A Chousa de Vilaoudriz, y en este
sentido deben agilizar los trabajos
para respetar las temporadas
de cría de salmones y truchas,
así como las de pesca. Marquínez
consideró que «habrá un antes y
un después de estas obras en el
municipio, porque la integración
urbanística del río será ejemplar y
ayudará a atraer el turismo» y ve
«muy probable» convertir el puente
actual, no sólo en una pasarela
peatonal, sino también en paso
para vehículos ligeros.
ria das. El presidente de la CHC
recordó que el proyecto, que fue
objeto de una modificación el pasado
mes de febrero para paliar los
efectos medioambientales que el
anterior suponía, «garantizará al
cien por cien» el impacto de las
crecidas. «Éste es un lugar en el
que en una avenida importante se
pueden superar los 1.200 millones
de litros por segundo», remarcó, y
recordó dos riadas «importantes»
en la zona, en 1969 y en el 2000.
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