Entre el primer día del 2000 y el último del 2007, catorce de los quince municipios mariñanos tuvieron un saldo vegetativo negativo, lo que supone perder habitantes, excepto allí donde asientan ciudadanos procedentes de otros sitios. Solo Burela ganaría vecinos, 33 en ocho años, con una media anual de cuatro, lo que significaría un incremento de la población del 0,04%. Las cifras absolutas permiten comprobar que los otros catorce perdieron una media de entre 18 y 74 habitantes por ejercicio.
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No obstante, los cálculos porcentuales aproximan con mayor precisión a la realidad demográfica de la comarca. Por ejemplo, Ourol, donde las defunciones multiplicaron por siete a los nacimientos, perdió en cada uno de los primeros ocho años del siglo una media de 23 habitantes, lo que supone un 1,82% de su población actual. Sin embargo, los 73 anuales que perdería Viveiro significan un 0,45% de su censo. En Mondoñedo, con un saldo vegetativo negativo de 74 vecinos por año, representa el 1,60% de su población actual. Para A Pontenova, con un déficit de 36 por año, supone el 1,23%. Le siguen Lourenzá (34 y 1,32%), Trabada (19 y 1,32%), Barreiros (39 y 1,19%), O Valadouro (25 y 1,13%), Alfoz (24 y 1,12%), O Vicedo (18 y 0,86%), Foz (57 y 0,57%), Xove (20 y 0,56%), Ribadeo (48 y 0,48%) y Cervo, donde en cada año del período citado murieron 22 personas más que nacieron, lo que significa que perdería un 0,46% de su población.VOLVER
