
A Pontenova pone
fin al quinto encuentro
de ‘ferreiros’ con la
colocación del trabajo
escultórico colectivo
realizado por todos
los profesionales que
acudieron a la cita.
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Son muchas y
muy distintas las sensaciones
que se sienten al contemplar un
cuadro. Unos pueden impresionar
por la fuerza de sus trazados,
otros pueden oscurecer el más soleado
de los días por lo sombrío de
sus temáticas. Sin embargo, hay
un tipo de cuadros que por su especial
atractivo invitan a la mente
a desear ponerse en la piel de alguno
de los personajes reflejados
en el lienzo. ¿Qué veía el señor
del cuadro de Munch para emitir
semejante alarido?¿Realmente
lucía el sol en su máximo esplendor
cuando Van Gogh inmortalizó
‘Los Girasoles’? ¿Qué sensaciones
tendrían los miembros de la
famosa fragua pintada por Diego
de Velázquez?
Para las dos primeras preguntas,
se antoja más difícil encontrar
una pronta respuesta, pero
en el caso de la última, no sólo
es sencilla, si no que además es
fácilmente demostrable. Para dar
consuelo a esta última duda tan
sólo era necesario haberse acercado
este fin de semana al concello
herrero por antonomasia de toda
la comarca: A Pontenova.
Y es que los visitantes al encuentro
de ‘ferreiros’ pudieron
ver en la mañana de ayer como
el maestro herrero ruso, Vladimir
Sokhonevich, a golpe de martillo
y hierro candente, convertía con
asombroso virtuosismo un escaso
trozo de frío metal en el contorno
de la más fina de las mujeres. El
espectáculo perfecto para abrir
boca antes de comenzar la realización
de un trabajo escultórico
colectivo que mantendrá ocupadas
las multinacionales manos
de los 60 participantes del encuentro
durante la tarde de ayer
y la mañana de hoy. Y entre medias,
el concierto de ‘txalaparta’
del grupo ‘Yunque, clavo y alcayata’,
que aunque el nombre ya
lo traían de casa, tal parece que se
hayan bautizado para la cita del
anochecer sabatino de la ‘Praza
dos Fornos’.
ULTIMO DÍA. Hoy es el último día
para los rezagados que aún no se
hayan decido a visitar el evento.
A las once de la mañana se subastará
una ampliación de la fotografía
del cartel en lona, que se
hará en beneficio de las arcas de
la asociación de herreros ‘Consejo
del hierro’, encargados de la organización
de este encuentro.
Se seguirá ignorando porque
gritaba el cuadro de Munch.
Serán necesarios numerosos y
carísimos estudios para tener
una idea más o menos fiable de
la incidencia del sol en las tardes
de Van Gogh. Lo único que ahora
está claro es que los visitantes de
A Pontenova si conocen que se
siente a la vera de una fragua.VOLVER